El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, recibió un gran aumento de sueldo el año pasado, lo que le ha convertido en uno de los consejeros delegados mejor pagados de Estados Unidos.
Ese mismo año Google fue noticia por los despidos masivos a sus empleados e incluso este año 2024 ha vuelto a la carga, a pesar de haber anunciado beneficios. Los despidos fueron con una enorme falta de tacto: cortando a las personas el acceso a sus sistemas sin previo aviso de que estaban despedidos de la empresa.
Todo esto junto ha provocado la ira de los trabajadores de Google. Hace unos meses se filtraba que las plataformas internas de Google se llenaron de conversaciones y memes en los que se criticaba al consejero delegado. Además, muchos directivos se han estado yendo, supuestamente por cómo va evolucionando la gestión de la inteligencia artificial en la empresa.
Hoy hay un nuevo capítulo en el drama interno de Google: la pasada semana hubo una jornada de "all hands" mediante la que los trabajadores podían enviar preguntas a su CEO, Sundar Pichai y algunos preguntas que se han llegado a filtrar muestran a gente enfadada con la situación.
Quejas por la falta de transparencia con los despidos
El medio de comunicación The Verge ha filtrado por el momento algunas de las preguntas enviadas por empleados de Google al líder de la empresa. Una de ellas dice:
"Parece que hay un creciente distanciamiento entre la dirección y los empleados. ¿Cuál es la perspectiva de la dirección al respecto? ¿Creen que hay un problema? ¿Se está haciendo algo para llevarnos de nuevo a una relación de confianza mutua?".
Otro de los trabajadores del gigante de Mountain quiso saber que por qué se ha hecho un "esfuerzo tan extraordinario para limitar la visibilidad interna de los anuncios de despidos". Y afirmaba esta persona que se había enterado más de los despidos en su propia empresa por el mencionado medio The Verge que por su propio empleador.
Otra de las cuestiones de la plantilla decía:"Entendemos que los ejecutivos estén entusiasmados con el futuro de Google. ¿Por qué íbamos a estarlo nosotros, si nos pueden despedir y no vamos a poder compartir ese futuro? Si perdemos nuestros puestos de trabajo y nuestras participaciones, no nos sirve de consuelo saber que Google está triunfando gracias a nuestro duro trabajo y que nosotros no recibimos ninguna recompensa por ello, pero vosotros sí".
Todo esto teniendo en cuenta que las preguntas que se hacen son previamente seleccionadas (puede ser también filtradas). El pasado viernes, Sundar Pichai, CEO de Google, y otros ejecutivos se reunieron en un auditorio de la sede de la empresa en Mountain View en la reunión general de Google en la que los directivos responden a las preguntas de los empleados.
De encuentros relajados a guionizados
En los primeros tiempos de Google, los cofundadores Larry Page y Sergey Brin se reunían en este evento, bautizado desde el principio como TGIF (estas siglas suelen corresponder al Gracias, Dios, es viernes, por cómo se dice en inglés) donde hablaban directamente con los empleados presentes en la sala. Según The Verge, solía ser un encuentro cómodo y natural para aumentar la participación, la comunicación y la confianza:
Pero, hoy en día, las preguntas para el encuentro se envían previamente y se votan. A medida que Google se ha ido convirtiendo en un gigante con filtraciones, los empleados han dicho a los periodistas que estas reuniones han llegado a parecerles tan guionizadas que ya no se molestan en asistir.
Ya en 2019 publicaba el medio de comunicación Wired que en medio de filtraciones y protestas, el CEO Sundar Pichai estaba reduciendo drásticamente la reunión que una vez fue un símbolo del idealismo de Google. En el mencionado año, en noviembre, Pichai, envió un correo electrónico a sus cerca de 100.000 empleados por aquel entonces para recortar las reuniones de la empresa conocidas como TGIF.
"Las famosas reuniones libres habían personificado el espíritu igualitario de la empresa, un lugar donde los empleados y los líderes podían hablar libremente de casi cualquier cosa. Sin embargo, en los últimos tiempos, la reunión quincenal se había vuelto tensa, ya que reflejaba cada vez más las tensiones de Google en contraposición a sus aspiraciones", explicaban en Wired.
Ahora, con Google sumida en una crisis de moral por los despidos y la reciente advertencia de Pichai de que se avecinan más recortes, las preguntas más votadas en el TGIF de esta semana fueron como las mencionadas, cuestionando la creciente brecha de confianza entre empleados y trabajadores o la ocultación de las decisiones.
Foto de Mitchell Luo en Unsplash