Google publicó este viernes un informe en el que analiza los efectos que el confinamiento ha provocado en la movilidad de los países. El objetivo, han explicado en el anuncio, es ayudar a las autoridades sanitarias a tomar medidas con las que seguir combatiendo la pandemia de coronavirus.
Cada uno de estos informe de movilidad comunitaria, como los llama la multinacional estadounidense, se desglosa por ubicación y muestra el cambio en las visitas a lugares como tiendas de alimentación y parques. Una información basada en los mismos datos que usan servicios como Google Maps y que proporcionan valiosos datos. Más si cabe en una situación como la actual.
En España, por ejemplo, un país que supera las dos semanas de confinamiento obligatorio con contadísimas excepciones, el informe arroja datos como la bajada del 94 % en los trayectos hacia restaurantes o la disminución del uso del transporte público en un 88 %. Pero, ¿cómo obtiene estos datos Google? ¿Hablamos de la misma información que usará el estudio de movilidad que prepara el Gobierno? ¿Van a geolocalizarnos a patir de ahora? Respondemos.
El historial de ubicaciones es la clave
La creación de este tipo de informes no sería posible si millones de personas en todo el mundo no compartieran sus movimientos. En concreto, en el caso del análisis de Google, a través de Google Maps y el historial de ubicaciones, una opción que registra nuestros movimiento a través del móvil.
Cada uno de los movimientos que hacemos, las visitas a determinado tipo de establecimiento, los recorridos en vehículo privado o transporte público, el tiempo que pasamos en casa... todo queda registrado gracias a esa opción, en el caso de que la tengamos activada.
La unión de nuestros datos con la del resto forman el "conjunto de datos agregados y anónimos" con los que Google crea estos informes y alimentar ciertas características de sus servicios. Así averiguan cuáles son los lugares más populares, cómo de concurrido está cierto sitio, qué zonas de una ciudad suelen estar más masificadas habitualmente o cuál es el tráfico de una carretera.
"Ninguna información personal identificable, como la ubicación, contactos o movimientos de un individuo, estará disponible en ningún momento", afirman desde Google, aunque sus prácticas y otras iniciativas que están saltando a la actualidad estos días, como el estudio de movilidad que pretende llevar a cabo el Gobierno de España durante la crisis sanitaria, han reabierto una vez más el debate en torno a la privacidad. Aunque no se está dando nada nuevo.
El estudio anunciado por las autoridades españolas, por ejemplo, destinado a analizar la movilidad de la ciudadanía durante el estado de alarma, es similar al que hace unos meses causó polémica. El objetivo es valerse de los datos de las antenas de telefonía móvil, anónimos y agregados, para saber cómo se mueve la población habitualmente o en una situación extraordinaria como la actual.
La diferencia fundamental entre ambas iniciativas, más allá de la fuente de los datos, es la forma de evitar formar parte de los análisis. En el caso de Google, basta con desactivar el historial de ubicaciones si lo tuviésemos activado y borrar toda la información que pudiese haber recopilado. En el caso de los estudios del INE, habría que ponerse en contacto con nuestro operador telefónico, aunque no todos han establecido un mecanismo específico para poder solicitar la exclusión de este tipo de análisis.
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