La comunidad de WordPress se enfrenta a una de sus mayores crisis hasta la fecha, provocada por las decisiones controvertidas de Automattic, la empresa dirigida por Matt Mullenweg, cocreador de WordPress. La desactivación de cuentas clave de colaboradores y la reducción de recursos asignados al desarrollo de este popular gestor de contenidos web están agravando una polémica que siembra dudas sobre el futuro de la plataforma.
Un 'nuevo comienzo' que parece todo lo contrario
Automattic ha sido tradicionalmente un pilar en el desarrollo de este CMS, dedicando importantes recursos y personal a su crecimiento. Sin embargo, ahora ha anunciado una reducción de sus contribuciones patrocinadas al proyecto WordPress, justificándolo como una estrategia para recalibrar esfuerzos y fortalecer la plataforma a largo plazo, aunque a efectos prácticos debilite el desarrollo colaborativo de la plataforma.
Eso sí, todo disimulado bajo referencias a la "resiliencia" y a un "nuevo comienzo" del proyecto... y señalando como responsables de esta decisión tanto a la demanda presentada por WP Engine como a las críticas de miembros de la comunidad, a quienes se refirió irónicamente como 'comunidad' (comillas incluidas).
"¿Tiene la 'comunidad' permiso para continuar [desarrollando] o se trata sólo de una toma de rehenes?", contestan los desarrolladores de un plugin a Automattic en X.
La guerra contra WP Engine y los críticos
El conflicto con WP Engine, un importante proveedor de hosting, se ha ido agravando desde que comenzaron las hostilidades en septiembre de 2024. En aquel entonces, Mullenweg los acusó de beneficiarse de WordPress sin retribuir a la comunidad, y dio comienzo a un 'boicot' contra la compañía que terminó derivando en una demanda contra Automattic.
Esta última argumenta ahora que los gastos legales asociados (ya han empezado a llegar los reveses judiciales, además) son una de las razones principales para su repliegue en el apoyo a WordPress.
Pero WP Engine no es el único damnificado por las represalias de Automattic: ésta también ha marginado a desarrolladores críticos como Heather Burns y Morten Rand-Hendriksen, quienes desde 2017 venían abogando por una gestión más transparente y equilibrada del proyecto. Ambos han acusado a Mullenweg de estar más centrado en consolidar el control que en fomentar la colaboración.
Bifurcar está muy bien... en teoría. O ni eso
Por otro lado, Mullenweg también ha tomado la decisión desactivar la cuenta de otro destacado miembro de la comunidad, como Joost de Valk, acusándole de planear un 'fork' (bifurcación) del proyecto WordPress.
De Valk, creador de Yoast y exlíder de marketing de la Fundación WordPress, había publicó una propuesta para hacer evolucionar WordPress hacia un modelo más descentralizado, abogando por repositorios federados:
"El simple hecho de tener 'mirrors' de WordPress.org tampoco resuelve realmente el problema de que una sola parte controle nuestro único servidor de actualizaciones. Para eso, tenemos que asegurarnos de que esos 'mirrors' se federen entre sí, compartan los datos de los demás y… permitan que se alojen allí temas y complementos independientes".
Aunque De Valk negó cualquier intención de crear un nuevo proyecto rival de WordPress, Mullenweg descalificó esa propuesta por tratarse, aparentemente, de un intento de 'fork', lo que desató un aluvión de críticas...
... sobre todo teniendo en cuenta que Mullenweg ha expresado públicamente no tener problemas con que puedan emprenderse bifurcaciones, al ser algo inherente al espíritu del código abierto.
Ahora, sus acciones envían un mensaje contradictorio (o hipócrita, según algunos), pues dan a entender que cualquier intento (o mera sugerencia) de cambio será contestado con el exilio del proyecto.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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