Existe la errónea creencia de que, por cortesía, al seguir a un usuario en Twitter él debe seguirte a ti. Seguro que en más de una ocasión os han hecho la inevitable pregunta: “¿Por qué no me sigues”. Cada uno tiene su propia manera de filtrar a quién seguir y a quién no, pero a continuación os comento cinco razones en las que yo me fijo antes de decidir seguir a un determinado usuario.
1. Actualizas demasiado
En Twitter existen perfiles de usuario muy distintos, desde lo que leen en la sombra y apenas publican, hasta los que actualizan decenas de veces al día para comentar hasta el detalle más irrelevante que innunda sus vidas. El problema con estos últimos es que saturan el timeline de sus followers en cuestión de minutos. Este problema se ve acrecentado si además tus seguidores son novatos que siguen a poca gente. ¿Lo ideal? Encontrar un ritmo de publicación equilibrado.
2. Lo que dices no interesa
Cuando una persona te sigue en Twitter, se supone que lo hace porque le interesa lo que escribes en tu cuenta. Si te limitas a compartir información demasiado personal (por ejemplo, “Me estoy tomando un café” o similares) seguramente a muchos usuarios no les merezca la pena incluirte entre sus follows. La idea es compartir información interesante con el resto, ya sea personal o de otra índole, pero interesante al fin y al cabo.
3. Abusas de aplicaciones que twittean automáticamente
¿Has visto el último capítulo de ‘House’? Aprovecha Twitter para decirlo y para añadir tu opinión. ¿Estás en un determinado sitio? Coméntalo de manera personal. No es necesario recurrir a aplicaciones de terceros que lo único que hacen (en este caso hablo de GetGlue o Foursquare, pero hay muchas más) es poblar los timelines de la gente con actualizaciones automáticas irrelevantes. No digo que no se puedan utilizar estos servicios, pero si lo haces al menos desactiva la opción de que se publiquen automáticamente en Twitter, y más si los usas regularmente.
4. Abusas de los retweets
Los retweets son muy útiles cuando, en casos concretos, deseas compartir algo que ha dicho otro usuario, pero como en todo hay que saber utilizarlos con mesura. Si tu cuenta deja de publicar tweets propios y pasa a ser un mero altavoz de otros, siempre existe la posibilidad de que tus seguidores sigan directamente a esas otras personas y eliminen al intermediario, que en este caso eres tú.
5. No tienes un perfil personalizado ni imagen de usuario
Tu página en Twitter es tu presentación de cara al resto de la red social. Si no la personalizas o si sigues utilizando la imagen del “huevito” que viene por defecto, lo más probable es que la gente piense que o bien no entiendes muy bien cómo funciona todo o que simplemente estás “de paso” por aquí, así que no merece la pena seguirte. También nunca está de más rellenar el espacio para biografía que ofrece Twitter, ya que muchos usuarios se basarán en eso para determinar si compartís intereses comunes antes de darle al botoncito de “follow”.
¿Cuáles son vuestras razones?
Éstas son, en mi opinión, cinco razones muy poderosas a la hora de decidir si voy a seguir a un usuario o no, pero existen muchas más. Ahora os toca a vosotros opinar. ¿En cuáles os basáis vosotros antes de agregar a la gente? ¿Qué factores tenéis en cuenta para saber si merece la pena o no seguir a alguien?
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