Desde que Musk salió de la junta directiva de OpenAI, empresa que ayudó a fundar junto a Sam Altman y otros emprendedores y científicos, le ha tenido cierto resquemor a la empresa. Además, el hecho de que OpenAI haya cambiado totalmente de miras, basándose principalmente en un modelo de negocio con ánimo de lucro y teniendo gran éxito desde el lanzamiento de ChatGPT, la relación entre Musk y sus antiguos compañeros se ha acabado deteriorando.
El conflicto ha llevado incluso a Musk y a Altman a los tribunales. En una reciente entrevista, el actual CEO de OpenAI calificaba a Musk de “matón”, unas palabras que indican el mal estado de la relación a pesar del importante papel que tuvo el también CEO de Tesla y X.
Una relación que se ha torcido con el tiempo
Si bien Altman destacó la ayuda de Musk a la hora de fundar OpenAI, durante su intervención en el podcast “The Free Press”, afirmó que su actitud conflictiva y su deseo de control total dificultaron su colaboración. "También es claramente un matón, y también es alguien a quien claramente le gusta meterse en peleas", afirmaba Altman durante la entrevista.
Según Sam Altman, Musk dejó OpenAI cuando creyó que la empresa estaba destinada al fracaso y no podía tener control absoluto sobre ella. Esta pérdida de poder marcó el inicio de su desvinculación total y la fundación de xAI, que ahora compite con OpenAI mediante su chatbot Grok.
Esta rivalidad se ha intensificado desde que OpenAI pasó además a ser una empresa con estructura con fines de lucro y su éxito bajo la dirección de Altman. El CEO de OpenAI sugirió que Musk estaría satisfecho con OpenAI si estuviera al mando. Además, subrayó el carácter extremadamente competitivo de Musk, que lo lleva a enfrentamientos directos con otros líderes tecnológicos como Gates, Bezos y Zuckerberg.
Este carácter de Musk se ha demostrado en diversas ocasiones, desde críticas a Bill Gates por invertir en corto contra Tesla hasta desavenencias con Zuckerberg por la rivalidad entre X y Threads, y con Bezos en la carrera espacial. Altman, sin embargo, destacó que el actual papel político de Musk en Estados Unidos, donde influye en normativas, lo convierte en un rival más peligroso.
Altman recuerda que, en una carta abierta de 2017 de OpenAI, Musk ya proponía convertir a la empresa en una compañía con fines de lucro, alejándose cuando no obtuvo el control mayoritario, según recalca el CEO de OpenAI. Altman concluye en que Musk solo quiere éxito, solo que bajo sus propios términos, algo que ha acabado deteriorando aún más la relación.
Imagen de portada | TechCrunch (Flickr) 1 y Trevor Cokley
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