Hay dos formas muy sencillas de demostrar que la App Store se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para los juegos móviles: una es la explosión de juegos del catálogo (y su calidad), y otra es el éxito de algunas empresas como Rovio o ZeptoLab y al nacimiento de muchas empresas y profesionales centrados exclusivamente en juegos de iOS. La llegada de iCloud abrió las puertas a muchas más mejoras para esos juegos, pero para sorpresa de todos no parece que los desarrolladores hayan aprovechado todas estas ventajas al máximo.
La clave: recoger y sincronizar todos los datos del jugador
El ejemplo de Rovio y su Angry Birds para iOS nos sirve. En este caso tenemos el Angry Birds para iPhone y la versión para iPad, y cada juego tiene la información del jugador. Pero hay que dividir esta información en dos tipos de datos:
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Los logros y los retos que el jugador puede conseguir y que se guardan en la nube de Game Center
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El progreso del juego, la cantidad de niveles superados independientemente de si hemos conseguido los logros o no.
El problema es sencillo: todos estos datos se pueden guardar en la nube. El primer tipo se guarda. El segundo no. La consecuencia es que cuando te instalas Angry Birds en un iPhone y te pasas treinta niveles, tienes que volver a pasarte esos mismos niveles en cuanto te instalas el mismo juego en el iPad. Y sí, a lo mejor has conseguido el logro de haberte pasado esos treinta niveles en Game Center, pero aún así los niveles están por completar en el iPad mientras que en Game Center tenemos conseguido el logro de haberlos pasado.
¿Pasa lo mismo en Android? Sí, pero debido a la naturaleza abierta del sistema operativo móvil de Google han aparecido varias aplicaciones que se dedican a guardar y sincronizar el progreso de Angry Birds solucionando así el hueco que ha dejado Rovio. Es más: Rovio prometió en su día una solución similar integrada en sus juegos, pero aún no la hemos visto.
Conseguir una sincronización perfecta no es difícil, pero quizás no hay confianza en la plataforma
El ejemplo contrario es la desarrolladora Halfbrick y su juego Jetpack Joyride, que recibió una actualización que permitía sincronizar todo el progreso del juego usando iCloud. Tan fácil como eso: todo lo que tenía conseguido en el iPhone pasó al iPad de forma transparente. El precio a pagar es algo de espacio ocupado en iCloud, pero los datos del proceso en un juego ocupan una cantidad despreciable de información. pocos Kilobytes, si está bien llevado a cabo.
De hecho, ¿el negocio de iCloud no se trata de eso? Cada usuario tiene cinco Gigabytes de espacio en sus cuentas en las que puede sincronizar lo que quiera, y si se llena siempre se puede contratar más espacio previo pago de una cuota de suscripción anual. iCloud está más que preparado para este tipo de sincronizaciones, y la separación del avance en cada versión del juego sólo trae incomodidades. Lo mismo ocurre con Android, aunque ahí ya hay que utilizar algún servicio de terceros.
Entonces, ¿por qué los desarrolladores no se animan a implementar algo así? Una de las razones en el caso de iOS puede ser la indecisión de confiar en iCloud, una plataforma que funciona bien pero ha dado algunos problemas. Hay alternativas como integrarse con Dropbox, pero es una opción que se ha implementado sólo en algunas aplicaciones más adecuadas que no son juegos. Otra solución más drástica es usar tu propia plataforma para poder guardar y sincronizar el avance, pero es algo caro e inaccesible para los que empiezan solos.
La solución pasa por sincronizarlo todo, sea con el sistema que sea. Sólo hay que pensar en una persona que se gasta más dinero en la versión para iPad de un juego y termina dejándola aparte por la simple pereza de no volver a pasarse unos niveles que ya se han pasado.
Imagen | Josué Goge
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