Hace unos días, una antigua empleada de Facebook, antes había filtrado documentos internos de la empresa, desveló su identidad y en una entrevista a cara descubierta contó más secretos del imperio de las redes sociales.
Entre otras cosas, dijo que la desinformación no les importa a los directivos del imperio de las redes sociales, porque la prioridad de la empresa es ganar dinero por encima de todo. Si eso se consigue con contenidos polémicos que generen divisiones, aunque no sean ciertos, también sirve.
Mark Zuckerberg ha dicho hoy que no es cierto que Facebook anteponga sus beneficios económicos al bienestar social. En su perfil personal dentro de la red social ha publicado un comunicado (emitido previamente a los trabajadores de la firma) donde asegura que "nos preocupan mucho temas como la seguridad, el bienestar y la salud mental", mientras que acusa a la antigua empleada de tergiversar el trabajo de la empresa y dar una imagen falsa de la realidad. Además de que "muchas de las afirmaciones no tienen ningún sentido".
Es un comunicado largo que no vamos a replicar aquí, pero lo más curioso de todo es las reacciones que se pueden ver. Y muchas son de mofa. Además de la enorme cantidad de reacciones del icono de la carcajada que ha recibido este post, los comentarios también hacen chascarrillos.
Hay quienes piden que se use un "fact check" (herramientas creadas para localizar bulos) en la publicaciones. Y queremos recordar que las risas no son de extañar si hacemos un repaso a todas las veces en las que Zuckerberg y su imperio social ha sido pillado públicamente diciendo mentiras. Y te vamos aquí a hacer un resumen de ello (o al menos de algunas de estas mentiras pilladas).
La salud mental de las adolescentes
Vamos a comenzar con la última. Hace unos días se conoció que Facebook sabe que los contenidos de Instagram pueden ser "tóxicos" para las jóvenes adolescentes, según documentos internos de la compañía. Ellos saben que "empeoramos los problemas de imagen corporal en una de cada tres chicas adolescentes".
Pero Mark Zuckerberg en una audiencia del Congreso de Estados Unidos este año cuando se le preguntó sobre menores y salud mental dijo que lo que la empresa ha investigado "es que el uso de aplicaciones sociales para conectarse con otras personas puede tener beneficios para la salud mental".
El "acceso especial" que Facebook ofrecía a varias compañías
El escándalo de Cambridge Analytica dejó un montón de historias falsas al descubierto. Cuando se descubrió, la empresa afirmó que en 2014 cambiaron las políticas de su plataforma para evitar que las apps de terceros tuviesen acceso ilimitado a los datos personales de los usuarios. Pero en junio de 2018, gracias a un informe de The Wall Street Journal se supo que esto no era verdad.
Peor aún, la empresa mantenía arreglos secretos con varias compañías permitiéndoles ganar "acceso especial" para usar los registros de los usuarios después de que supuestamente habían cortado el acceso a la mayoría de los desarrolladores. Concretamente, desde 2010, Facebook tenía acuerdos con decenas de empresas para compartir los datos de sus usuarios, y estos acuerdos seguían en pie, después de que la empresa dijese que no.
Incluso, quien ejercía de vicepresidente de asociaciones de productos de Facebook, Ime Archbong, le dijo al diario que su compañía sí había permitido a algunas empresas tener "una extensión a corto plazo" para usar los datos de usuarios.
Este acuerdo de 2010, que tanto negó Facebook en su momento, cuando la opinión pública puso el ojo en la red social y que en 2018 seguía vigente también supuso que la red social compartía nuestros datos con grandes compañías de hardware de todo el mundo. Se supo de al menos 60 firmas entre las que tenemos compañías tan relevantes como Apple, Amazon, Samsung o BlackBerry, además de las chinas Huawei, Lenovo, Oppo y TCL.
La unión de datos entre WhatsApp y Facebook desde el principio
Facebook compró WhatsApp por un cantidad de dinero multimillonaria. Aunque mucho se hablaba de que el objetivo de tal desembolso de dinero histórico era conseguir recopilar mas y más datos dentro de su empresa, Mark Zuckerberg negó frente a la Comisión Europea que fuese a unir ambos servicios. Y, de hecho, Bruselas acabó aceptando la adquisición.
Brian Acton, cofundador de WhatsApp, acabó dejando su puesto en Facebook en septiembre de 2018 y desvelando secretos. Entre otros, que fue aleccionado por la empresa para mentir incluso a la Comisión Europea: "Me entrenaron para explicar que sería realmente difícil fusionar o mezclar datos entre los dos sistemas".
Más tarde se enteraría, de acuerdo con sus palabras, de que había "planes y tecnologías para mezclar datos". En particular, Facebook podría utilizar la cadena de 128 bits de números asignados a cada teléfono como una especie de puente entre cuentas, además de comparar números de teléfono o identificar cuentas de Facebook con números de teléfono y su comparación con las cuentas de WhatsApp con el mismo número.
De "la era de la privacidad ha acabado" a "el futuro es privado"
En 2019, en su evento anual de desarrolladores, el F8, el líder de la red social explicó que "El futuro es privado", en lo que se denominó como un lavado de cara. Mark Zuckerberg quiso que el evento girara en torno a privacidad, pero no hubo pruebas que acreditaran la pretensión del CEO.
Desde el escándalo de Cambridge Analytica un año antes no había habido grandes anuncios que mostrasen que estos problemas graves se iban a atajar. La frase lapidaria de "el futuro es privado", pronunciada en 2019, chocó diametralmente con la visión que Zuckerberg tenía el 9 de enero de 2010, cuando el CEO consideraba que "la era de la privacidad había acabado". En aquel momento, se trató de una apreciación en el contexto de cómo había cambiado el comportamiento de la gente en Internet.
Negar que Facebook influyó en las elecciones en las que ganó Trump
En noviembre de 2016, tras la victoria del polémico Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, salieron muchas críticas por el papel que jugó la mayor red social del mundo en la difusión de noticias falsas sobre candidatos políticos. Y Zuckerberg habló de ello, rechazando la idea de que el News Feed haya inclinado las elecciones a favor de Donald Trump. Según él, las noticias falsas eran una cantidad muy pequeña del contenido total y la idea de que estas influyeron en la idea que los electores se hicieron de los candidatos es "bastante loca".
El Senado de Estados Unidos consiguió recopilar hechos para mostrar que tanto Instagram como Facebook fueron herramientas usadas para difundir bulos contra Hillary Clinton, la rival de Trump y la perdedora de las votaciones. Uno de los datos dados por el Senado apuntaba a que autoridades de Rusia pagaron a más de mil personas para que creasen noticias falsas sobre Hillary Clinton y las difundiesen en estados clave para las elecciones (concretamente Wisconsin, Michingan y Pennsylvania), de forma que los perdiese y la balanza se inclinase en favor de Donald Trump.
Más adelante se supo que Cambridge Analytica utilizó los datos de 87 millones de usuarios para influir en las elecciones en Estados Unidos de 2016 y, lo que es peor, que desde el año 2015 muchos trabajadores internos ya sabían de este escándalo.
Problemas, confidenciales, sobre los fundadores
Eduardo Luiz Saverin fue uno de los creadores de la red social Facebook. Saverin conoció a Mark Zuckerberg en su primer año de universidad. Juntos fundaron la red social. Tras varios problemas entre ambos, hubo un gran distanciamiento. Facebook presentó una demanda contra Saverin, argumentando que los acuerdos de compra de acciones que Saverin firmó en octubre de 2005 no eran válidos.
Saverin luego presentó una demanda contra Zuckerberg, alegando que Zuckerberg gastó dinero que era de él para la compañía, en gastos personales. Ambas demandas se resolvieron fuera de los tribunales y la compañía afirmó el título de Saverin como cofundador de Facebook. Este firmó un contrato de confidencialidad así que poco más se sabe sobre las relaciones con Zuckerberg, pero sí tiene una participación en la empresa.
El multimillonario de Menlo Park no daba crédito a los que habían estado con él desde el principio hasta que se vio obligado a ello. Este escándalo dio lugar a una película, bautizada como La Red Social en España y ha se ha hablado de la posibilidad de que haya una segunda parte, porque parece que hay más por contar.
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