Hace tan sólo siete meses, Meta anunciaba un cambio en el puesto de COO (director global de operaciones y, a efectos prácticos, 'número dos' de la compañía), que había ocupado durante 14 años consecutivos la influyente Sheryl Sandberg. El adiós de Sandberg estuvo empañado por la polémica de una investigación interna, pero en España hubo otro detalle de esta noticia que suscitó mucho más interés: su sustituto sería nuestro compatriota Javier Oliván.
Oliván ya había hecho historia en Facebook al convertirse en el primer directivo de la compañía (venía ostentando el cargo de director de crecimiento de Facebook/Meta) cuya lengua materna no era el inglés. Ahora, hemos sabido que Oliván abandona Silicon Valley, y también puede terminar haciendo historia por ello.
Un espaldarazo para los defensores del empleo remoto
No, tranquilos: Oliván no deja de trabajar en Meta... de hecho, ni siquiera pierde su puesto como COO de la compañía. Pero, según ha develado La Información, el pasado 1 de enero fue cesado como empleado de Meta Platform, la compañía matriz de Facebook, para pasar inmediatamente a ser contratado a tiempo completo por Facebook Spain SL, la filial con la que Meta opera en nuestro país.
La razón de este cambio es sencilla: seguirá ejerciendo como director global de operaciones mientras trabaja en remoto desde nuestro país, un caso poco habitual de alto directivo de uno de los gigantes tecnológicos estadounidenses que sigue ejerciendo tal nivel de responsabilidad mientras apuesta por el teletrabajo.
Oliván seguirá, por tanto, dependiendo directamente del fundador de la compañía, por más que a efectos administrativos sea la filial española quien pase a abonarle su salario fijo anual de 939.000 euros (más bonus discrecional). Además, a efectos de la Ley de Startups española, aunque sea español, siendo 'nómada digital' y directivo desplazado temporalmente a nuestro país, se le aplicarán durante cinco años reducciones en su tributación del Impuesto sobre la Renta de No Residentes.
Ya en marzo del año pasado, The Wall Street Journal explicó que parte del equipo directivo de la compañía (incluido su fundador) había empezado a apostar por el trabajo en remoto... si bien la mayoría permanecía residiendo en los Estados Unidos. Ahora, la 'mano derecha' de Zuckerberg pasará a trabajar día a día con una relevante diferencia de nueve horas con respecto a la sede central, y con un océano de por medio.
El fenómeno del teletrabajo a medias
Recordemos que, incluso entre las empresas que apuestan por el teletrabajo, no todas ellas ven con buenos ojos que sus empleados vivan lejos del país donde tienen su sede, lo cual ha generado todo un fenómeno de empleados que ocultan de las maneras más insospechadas su localización real.
No es el único ejemplo de 'adopción a medias' del teletrabajo: otras compañías, aún permitiendo el trabajo remoto, se han instalado en una cultura del 'presentismo digital' y de desconfianza (y vigilancia) constante hacia sus empleados, lo que les hace perder productividad.
En cualquier caso, no olvidemos que todo cambio genera daños colaterales: la coherencia de Meta en su apuesta por el teletrabajo supuso, en noviembre, el despido de la mayor parte de los conductores de autobús que daban servicio a la empresa.
Claro, que no es que la postura contraria esté logrando salvar empleos necesariamente: Musk, cuya postura anti-teletrabajo ya era más que conocida, acabó con la apuesta de Twitter por el trabajo en remoto al poco de hacerse cargo de la empresa... y ya sabemos lo que ha pasado con los despidos.
Vía | La Información
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