Aunque en mi adolescencia (nota: soy milennial) era reacia a las redes sociales, acabé haciéndome Facebook cuando ya estaba en la universidad: fue la puerta de entrada a otras muchas que llegaron después, como Twitter o Instagram. Después me he ido haciendo cuentas de otras que han ido saliendo, pero ninguna ha conseguido que la use a diario. De todas ellas hay una red social que amo por encima del resto y a la que soy fiel incluso por encima de lo que se ha convertido ahora: soy usuaria de Twitter desde 2010 y no la cambiaría por nada del mundo.
Y eso que Twitter ya no es lo que era. El algoritmo ha cambiado tanto que ahora mismo la visibilidad es irrisoria salvo que pases por caja, lo que impide la esencia de la red social: leer y debatir con gente interesante, conocer otros puntos de vista e informarte.
Porque para mí Twitter siempre ha sido la mejor fuente de información, la posibilidad de leer de primera mano qué pasa en Gaza o en Estados Unidos. Y por qué no decirlo: Twitter ha sido la red social donde más me he reído. Eso sí, esos intercambios tan directos posibilitaban que ante una sonada metida de pata, la comunidad respondiera. A veces con más o menos gracia. Otras directamente de forma agresiva. Eso ha ido a peor con el X de Elon Musk.
Ojalá Twitter copiase esta función de Bluesky para evitar el acoso
Desgraciadamente no solo es mi red social favorita: también lo es de Elon Musk. Así que el magnate sudafricano compró Twitter en 2022 por 44.000 millones de euros, no sin antes explicar que si tenía éxito vencería a los bots de spam y que autentificaría las cuentas de todos humanos reales. Spoiler: no lo hizo.
Ahora Twitter (lo siento, Elon, para mí siempre será Twitter) está llena de bulos y desinformación y denunciar un tuit y que la denuncia llegue a buen puerto es prácticamente una misión imposible. Por un lado por su política, por otro porque el personal está bajo mínimos: primero despidió a los moderadores y luego con grandes despidos. Por otro lado, el check azul ya no tiene ningún sentido: ya no lo tienes por ser alguien relevante, sino porque has pasado por caja.
Todo esto es un caldo de cultivo perfecto para que los amantes de los bulos y la desinformación afines a Elon Musk campen a sus anchas haciendo campañas de acoso ante cualquiera con un mínimo de influencia. ¿Que alguien quiere acosarte? No hay como una cita ante sus seguidores, difusión y que el algoritmo haga el resto. Elon Musk ha cambiado de arriba abajo Twitter y como tantas otras redes sociales, a veces se ha inspirado en la competencia.
Uno de los grandes rivales de X es Bluesky de Jack Dorsey, otrora CEO de Twitter. Y en estos momentos en los que Twitter sigue desinflándose mientras que Bluesky sube es buen momento para traer a la palestra una sencilla pero efectiva medida contra el acoso de Bluesky: 'Desvincular cita'.
Como explica Ugo sin hache en su perfil, basta con tocar sobre los tres puntos en la publicación, eliges 'Desvincular cita' y adiós a la cita y a que aparezca tu nombre, ideal para borrar el rastro y zanjar un posible linchamiento de forma limpia. Últimamente Twitter ha ejecutado cambios un tanto polémicos, como el de permitir que se usen tus datos por defecto para entrenar su IA o poder recibir llamadas y videollamadas de cualquiera, sería interesante que tomara nota de Bluesky e implementara también esta función.
Portada | Jose García para Xataka
En Genbeta | Tras el último cambio de X, mucha gente se está yendo a Bluesky. Así puedes hacerlo fácilmente
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