En un mundo cada vez más dominado por las plataformas de escritura en la nube y las herramientas colaborativas como Google Docs o Scrivener, algunos autores renombrados siguen siendo fieles a herramientas de escritura que muchos verán como meros fósiles tecnológicos...
...software de hace décadas (ya sin soporte desde hace tiempo), elegido no por (mera) nostalgia, sino porque permiten escribir con una concentración absoluta y una seguridad que las plataformas conectadas a Internet no pueden garantizar.
Uno de los ejemplos más reputados de esta práctica es George R.R. Martin, el autor de la aclamada saga 'Canción de Hielo y Fuego', inspiración de la serie 'Juego de Tronos'... pero no es el único.
George R.R. Martin y WordStar
No es extraño que, cuando se menciona el ejemplo de George R.R. Martin, alguien sugiera en tono de mofa que quizá poner de ejemplo sus prácticas de escritura no sean el mejor ejemplo a seguir, dado el enorme retraso que lleva el lanzamiento de 'Vientos de Invierno', la nueva entrega de su saga estrella. Sin embargo, en todo este tiempo no ha dejado de lanzar nuevos libros relacionados con dicho universo (como 'Fuego y Sangre', inspiración de 'La Casa del Dragón')...
Pues bien, Martin ha declarado en varias entrevistas que su herramienta predilecta para escribir no es otro que el editor de texto WordStar 4.0, un programa que se lanzó en 1979 y fue popular durante la siguiente década. Se ejecuta en un ordenador en el que tiene instalado el sistema operativo MS-DOS, el antecesor de Windows (aunque la aplicación ya ha sido portada a este último).
Para Martin, la simplicidad y la falta de distracciones de esta configuración son fundamentales. No hay notificaciones emergentes, correcciones automáticas ni complejidades innecesarias: simplemente un cursor parpadeando en una pantalla de texto plano:
"Me gusta porque no me corrige, no me molesta, no me distrae", ha declarado en alguna ocasión el autor. En general, Martin detesta las funciones modernas como el autocorrector y los correctores ortográficos. Como explicó en una entrevista televisiva,
"Si quisiera una mayúscula, habría escrito una mayúscula. Sé cómo funciona la tecla de mayúsculas".
Aunque WordStar es rudimentario comparado con las herramientas actuales, permite a los escritores tener un control absoluto sobre su texto sin interferencias. Además, la naturaleza obsoleta del sistema significa que está completamente desconectado de internet, lo que minimiza la posibilidad de filtraciones de sus manuscritos.
Neal Stephenson y Emacs
El autor de ciencia-ficción Neal Stephenson, autor de obras como "Snow Crash" y "Criptonomicón", es conocido por usar Emacs, un editor de texto avanzado pero basado en línea de comandos y desarrollado en origen para entornos Unix. Como también tiene un breve, pero famoso, ensayo sobre historia de la tecnología ('En el principio fue la línea de comandos'), y allí da su opinión personal sobre Emacs, vamos a darle la palabra:
"Yo uso Emacs, que podría considerarse un procesador de textos termonuclear. Fue creado por Richard Stallman; no hace falta decir más. Está escrito en Lisp, que es el único lenguaje informático hermoso. Es colosal, y, sin embargo, sólo edita archivos de texto ASCII, es decir, sin fuentes, sin negritas, sin subrayados.
En otras palabras, las horas de ingeniería que, en el caso de Microsoft Word, se dedicaban a funciones como la capacidad de incrustar películas de larga duración en memorandos corporativos, en el caso de Emacs se centraban con una intensidad maniática en el problema, que parece ser engañosamente simple, de editar texto.
Si eres un escritor profesional (es decir, si alguien recibe un pago por preocuparse por cómo se formatean e imprimen tus palabras), Emacs supera a todos los demás programas de edición, aproximadamente de la misma manera que el sol del mediodía supera a las estrellas. No sólo es más grande y más brillante, sino que simplemente hace que todo lo demás desaparezca".
Contundente, ¿no?
Eric Roth y Movie Master
Eric Roth, ganador del Óscar por 'Forrest Gump' y escritor del guión de 'Dune', confiesa que usa Movie Master, un programa que (como el anterior) sólo funciona en MS-DOS. Para Roth, escribir con este software tiene ventajas tanto prácticas como emocionales.
"Trabajo con un viejo programa de ordenador que ya no existe. Es en parte superstición y en parte miedo al cambio", explica Roth. Su rutina incluye escribir hasta 40 páginas, el límite del programa, lo que lo obliga a estructurar cuidadosamente sus escenas. Al finalizar, imprime sus guiones para que sean escaneados en el estudio, evitando cualquier tipo de digitalización previa que pueda comprometer su contenido.
Para Roth, la simplicidad de Movie Master también elimina distracciones. No hay correos electrónicos, redes sociales o notificaciones. Solo texto puro, lo que facilita concentrarse en el acto creativo.
Pero, claro, al igual que Martin, otra de sus principales razones para mantenerse fiel a esta herramienta es la seguridad: usar Movie Master reduce notoriamente el riesgo de hackeos o filtraciones, un problema también frecuente en la industria cinematográfica.
Las razones detrás de estas elecciones
A primera vista, el uso de software como editores de MS-DOS o Emacs (por no hablar de las máquinas de escribir) puede parecer una excentricidad. Sin embargo, estas elecciones están profundamente ligadas a las necesidades creativas y personales de los autores:
- Enfoque y minimalismo: Los sistemas antiguos o basados en texto plano eliminan las distracciones de las interfaces modernas y permiten concentrarse en el proceso de escritura.
- Fiabilidad: Estas herramientas suelen ser más estables, no dependen de actualizaciones constantes y tienen menos posibilidades de fallar.
- Seguridad: Al no estar conectados a Internet, los manuscritos permanecen protegidos de hackers o filtraciones.
- Nostalgia y familiaridad: Muchos de estos escritores comenzaron sus carreras con estas herramientas y las consideran una extensión de su proceso creativo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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