Los que tienen o han tenido un gato con acceso a una terraza, patio o jardín sabrán que estos felinos mantienen prácticamente intactos sus instintos cazadores y, a la que un pájaro o un ratón se descuide, la naturaleza entra en acción. Y en ocasiones a los mininos les gusta compartir sus capturas con los humanos.
Para evitar estos macabros encuentros con cadáveres traídos orgullosa y generosamente por su mascota, un ingeniero de Amazon llamado Ben Hamm ha puesto a prueba las capacidades de la inteligencia artificial desarrollando un modelo capaz de identificar lo que le trae su gato y bloquearle la puerta si se trata de un animal muerto. No más trofeos de caza como regalos.
Una IA a prueba de gatos cazadores
Hamm empezó su proyecto instalando una cámara Amazon Deeplink junto a la puerta del gato que tiene en su hogar y lo grabó en repetidas ocasiones. A partir de miles de imágenes del felino con y sin presas, más de 20.000, entrenó al modelo de inteligencia artificial para que fuese capaz de detectar cuándo el animal portaba un igual sin vida en su boca.
Su algoritmo, según explica, consta de tres etapas. La primera comprueba si en la imagen aparece un gato, la segunda determina si el gato está entrando o saliendo de casa y la tercera detecta si lleva algún cadáver en sus fauces.
Si ninguna da positivo, la puerta del gato se mantiene cerrada mediante una placa Arduino a la que se le ha añadido un mecanismo de bloqueo. Si el modelo de inteligencia artificial detecta que el gato ha llegado con un pequeño amigo muerto en la boca, le impide la entrada a la casa hasta que no lo abandone.
Según Hamm, hasta ahora su invención ha funcionado muy bien y solo ha impedido injustamente la entrada al animal en una ocasión.
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