Los conflictos entre la Unión Europea y Google parecen no tener fin. Tras imponer la Comisión Europea una multa por abuso de posición dominante con el motor de búsqueda en 2017, la compañía de Mountain View ha recibido este año otra histórica por 4.340 millones de euros, esta vez por abuso de posición dominante en Android. La respuesta de Google fue que la multa sería recurrida, y finalmente hoy ha presentado el recurso.
La Comisión Europea considera que Google impone a los fabricantes que usan Android la preinstalación de aplicaciones de la compañía junto al Play Store, como son el buscador integrado o Google Chrome. Además, el organismo también acusa a Google de haber incentivado a los fabricantes y operadoras, los actores más importantes en la distribución de smartphones, para que instalasen de forma exclusiva Google Search. Además, según afirmaba la Comisión Europea en julio, Google ha impedido a los fabricantes utilizar el código fuente de Android para lanzar sistemas operativos alternativos, algo que va en contra de la competencia y del funcionamiento del código abierto. Todo esto fue considerado como probado.
Google recurre con los argumentos de Sundar Pichai
Cuando se hizo pública la multa, Sundar Pichai lanzó un comunicado en el que explicaba por qué Google estaba en contra de la decisión de la Comisión Europea. Las ideas vertidas en él son las que Google ha utilizado para dar cuerpo al recurso, según Reuters. El principal argumento que Pichai empleó fue que "Android había creado más posibilidades de elección, no menos". Para ello, mostró lo fértil del ecosistema Android, con 1.300 marcas con dispositivos funcionando con el sistema operativo, 24.000 dispositivos y más de un millón de aplicaciones en el Play Store.
Ante la acusación de freno al crecimiento de sistemas operativos alternativos a Android que usaran su código, Pichai puso el ejemplo de Fire OS, el fork que da vida a las tablets y dispositivos multimedia de salón de Amazon. Como ejemplo de competencia citó a iOS, algo controvertido viendo la cuota de mercado de ambos sistemas a día de hoy. El CEO de Google no negó que hubiera aplicaciones preinstaladas en el sistema, pero sí respondió con ejemplos que es muy fácil encontrar e instalar alternativas a Google Chrome. Aun así, ofreció un polémico ejemplo para demostrar que era fácil eliminar del terminal una aplicación preinstalada. Lo que de verdad mostraba el GIF era cómo se eliminaba el icono de Google Chrome del launcher, no cómo se desinstalaba por completo, que no es posible (sí deshabilitar).
Problemas de Google a corto plazo
Tras interponer el segundo recurso en dos años, y a la espera de cómo transcurre el caso, que podría llevar años, Google no ha solicitado medidas cautelares. El problema es que las prácticas que la Unión Europea considera ilegales tienen que acabar antes de noviembre. De no ser así, Google sufrirá multas por el 5% de los ingresos diarios mientras no cumpla.
Se trato de una situación relativamente crítica para la compañía, pues para que el plazo cumpla quedan veinte días, y no es previsible que se produzcan cambios, en primer lugar, e incluso que Google pueda modificar el comportamiento del sistema en tantos millones de dispositivos en un período tan ajustado, incluso si sólo se tienen en cuenta terminales a la venta y no los que estén en manos de los usuarios.
Sundar Pichai sí reconoció que Android tenía unos mínimos de compatibilidad de código establecidos para posibilitar que todos los dispositivos con Android pudieran compartir aplicaciones sin problemas. El final del comunicado avisaba del riesgo en que la multa ponía a modelo de negocio, algo que se entendió como amenazante, porque Google podría llevar a cabo diferentes acciones para cerrar Android o abandonar el proyecto y seguir de forma cerrada con otro nuevo.
Ver 1 comentarios