Si en años anteriores uno de los grandes temas de conversación respecto a las tecnológicas y redes sociales era si en ellas se estaban produciendo campañas efectivas de desinformación enfocadas a influir en las elecciones, este 2019 el debate ha girado en torno a cómo gestionan la publicidad política. En este sentido, Twitter anunció el mes pasado que prohibía la publicidad política, mientras que Facebook ha defendido una postura según la cual no quiere limitar el mensaje de los políticos en ella, aunque incluyan mentiras. Faltaba una postura clara de Google, y por fin la conocemos.
La compañía de Mountain View, gran líder de la publicidad online, no ha afirmado que prohíba la publicidad política, como hicieron los de Jack Dorsey, pero sí cuenta en un comunicado, de manos de Scott Spencer, VP de Product Management de Google Ads, que va a limitar la microsegmentación, que es la forma en que los anunciantes apuntan a personas según su edad, ingresos, sexo, etc.
En este sentido, Google afirma que nunca ha permitido la microsegmentación granular, pero en cualquier caso, se va a reducir el control sobre el público al que va lanzado un anuncio, de forma que los anuncios podrán dirigirse únicamente usando las variables edad, sexo y ubicación a nivel de código postal. El gran cambio es que ya no se podrá filtrar según la orientación política (izquierda, derecha o independiente).
La orientación contextual seguirá existiendo, pero no la segmentación ideológica
Si bien Google ha limitado a esas variables su oferta de segmentación a los anunciantes, los anunciantes políticos pueden seguir orientando anuncios a personas que leen sobre un asunto como política o economía. Según Google, esta práctica "alineará nuestro enfoque de los anuncios electorales con prácticas establecidas desde hace mucho tiempo en medios como la televisión, la radio y la prensa, y dará como resultado que los anuncios electorales sean más ampliamente vistos y estén disponibles para la discusión pública".
Respecto a la desinformación y propagación de datos falsos en su publicidad, Spencer afirma que independientemente de que un candidato "se postule o venda muebles de oficina, aplicamos las mismas políticas publicitarias a todos, sin exenciones". Después, añaden que "es contrario a nuestras políticas que un anunciante haga una afirmación falsa, ya sea sobre el precio de una silla, de que puedes votar por mensaje de texto, de que un candidato ha muerto o de que el día de las elecciones ha sido pospuesto".
Para hacer eso más entendible en la práctica, desde Google afirman que van explicarlo y añadir ejemplos de cómo sus políticas prohíben cosas como deepfakes, afirmaciones desinformativas sobre el proceso censar o que puedan socavar el proceso electoral y la participación. Esperan que el número de anuncios afectados sea limitado, en cualquier caso.
No hay una fecha concreta sobre cuándo se aplicarán estos cambios en España, pero en el comunicado se hace mención a un estreno en Reino Unido esta semana, anticipándose a las elecciones generales de 12 de diciembre. Al resto de Europa llegarán a finales de año, y al resto del mundo a partir del 6 de enero de 2020.
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