Aurélie Filippetti, la nueva Ministra de Cultura y Comunicación francesa, ha dejado por escrito en su blog que el ACTA debe ser rechazado por el Parlamento Europeo. Un tratado cuyo proceso negociador le escandaliza por no haber sido democrático. Palabras mayores que hoy apetece enmarcar y enviar a la atención de la Comisión Europea de Barroso y sus arrogantes colaboradores. Los que han querido imponer el ACTA a todo el mundo.
Aurélie Filippetti sustituye al entusiasta de Hadopi y siempre polémico Frédéric Mitterrand al frente del Ministerio de Cultura. A Sarkozy le gustaba contar con ilustres colaboradores de esa izquierda chic que se confunde, en París y Madrid, con los intereses del oligopolio cultural y las SGAE. Es el caso del propio Frédéric, de Marielle Gallo o del Secretario de Estado Eric Besson, al que ahora sustituye Fleur Pellerin. Ella se hace cargo desde hoy de la cartera de PYMES, Innovación y Economía Digital en el gobierno francés.
Ni a Pellerin ni a la ministra Filippetti les gusta Hadopi. Hollande nunca lo ha tenido muy claro, salvo en la recta final de la campaña. Son ellas y la amiga de los blogueros, Najat Vallaud-Belkacem, nueva portavoz del Gobierno, las que han jugado un papel fundamental en la renovación de la agenda digital con la que se manejaba un candidato que no podía solaparse o confundirse con el viejo modelo si pretendía atraer el voto de la red.
No defraudar a los defensores del medio de comunicación de la gente, sin que los "creadores" y "productores" le declaren la guerra, puede ser la misión que les ha encomendado el Presidente a sus ministras más digitales.
¿Misión imposible?, el tiempo dirá. Comienza la era Hollande.
Foto | Garci80 (flickr) En Nación Red | El candidato socialista a la presidencia de Francia derogará la ley antidescargas