Sinde ha roto su silencio en una larga entrevista concedida a la revista Jot Down. Un silencio que según la propia revista se ha podido deber a que “el debate sobre la ley fue áspero hasta el paroxismo, desnudó las miserias y las hipocresías de la prensa de este país, llevó al extremo el Síndrome de Estocolmo que los políticos españoles padecen con la red, dejó rescoldos que aún queman a los dos lados de la trinchera y sepultó bajo espesas capas de demagogia y de bilis cualquier otro tipo de consideración, buena o mala, sobre el trabajo de González-Sinde como ministra y como cineasta”.
Una vez leída la interesante entrevista se te queda la sensación de que no ha tenido que ser fácil elegir el titular con el que encabezar la misma. Se han decidido por “Me he sentido como en una guerra fundamentalista, en una guerra de religiones”. Pero como las portadas de El Jueves, había más. Por ejemplo: “A los políticos les importa más la red que las personas físicas”. Aunque yo he elegido el de Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, que tiene su gracia.
No hay lobby más potente que Víctor Domingo
Tienen mucha más importancia en este asunto Víctor Domingo y otros como él que Obama
Sinde también cuenta que los cables de WikiLeaks no tenían la menor importancia y que fueron “más bien la excusa de un periódico determinado, en un momento de transformación enorme de su modelo de negocio, para generar tráfico y captar la atención de los lectores”.
Interesante resulta también la reflexión de la ex ministra de Cultura sobre el mito del lobby estadounidense. “Todo eso de los lobbies es un gran mito (...) ese mito muy español de que los EE UU son un gran monstruo con tentáculos, esa cosa tan de los años 60, tan de 1968, se impuso y se popularizó porque es muy tentador y muy fácil que cuele la idea de que el gobierno americano maneja todos los hilos. Pero es una idea completamente infantil. Porque si el gobierno americano se hubiera puesto con esto, se habría resuelto el tema hace diez años. Y no han conseguido absolutamente nada”.
Más adelante se lamenta de que la palabra lobby tenga muy mala prensa en España.
No se entiende muy bien en este país. Se supone que son traficantes de influencias y que te hacen un chantaje, que te hacen unas fotos que tienen en un sobre, y que son algo delictivo. Un lobby es un grupo que en Bruselas y desde luego en el mundo anglosajón hace un trabajo concreto. Normalmente, un diputado no tiene ni el tiempo ni la capacidad para conocer un tema en profundidad, y son los lobbies de cada sector o de cada grupo social los que le hacen llegar documentos sobre lo que sea.
Las fotos son muy bonitas.
Foto | Elenac
Más Información | Entrevista completa (Jot Down)
