El bloguero rebelde Maikel Nabil Sanad combate en prisión como lo hizo en libertad contra el totalitarismo y ha decidido reanudar la huelga de hambre y sed. Ya no puede ponerse en pie y está perdiendo la visión. Reporteros sin Fronteras advierte que su estado es crítico.
De tal forma que la "transición ordenada" que dirige el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas puede cobrarse la vida de un bloguero encarcelado por denunciar en su blog los abusos del ejército, el trato a los manifestantes, el reclutamiento forzoso y los test de virginidad realizados a las mujeres detenidas. Así como defender, en un plano estrictamente político, la necesidad de hacer real la supremacía del poder civil sobre el militar y la religión. El bloguero Maikel Nabil Sanad defiende un Estado laico.
Reporteros sin Fronteras ha instado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a liberar a al bloguero sin demora y le hace responsable de su posible muerte. Los garantes de la "transición ordenada" no han contestado. Si bien han amenazado con utilizar la ley de emergencia contra todos los periodistas o internautas que "pongan en peligro la paz social". Reporteros sin Fronteras ha contestado que "una política de seguridad que implique el encarcelamiento de periodistas y blogueros, condenados por tribunales militares, socava las esperanzas de una transición democrática en Egipto".
El enviado especial de la Unión Europea para la primavera árabe, el español Bernardino León, debe mediar en este escandaloso caso. Seguro que le ayudan en el intento sus excelentes y privilegiadas relaciones con la primera potencia mundial que ha promovido la actual "transición ordenada" por el ejército.
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