Reporteros sin Fronteras advierte de la censura en nombre de la seguridad y los derechos de autor

Reporteros sin Fronteras advierte de la censura en nombre de la seguridad y los derechos de autor
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Con motivo del Día Mundial contra la Censura en Internet, Reporteros sin Fronteras ha publicado la nueva lista de Enemigos de Internet y ha rendido homenaje a aquellos ciudadanos de a pie que arriesgan sus vidas o su libertad para mantenernos informados y asegurarse de que la represión no queda en el silencio".

Según Reporteros sin Fronteras "a medida que la censura y el filtrado intensifican la fractura en la Red y la segregación digital, la solidaridad entre los defensores de una Internet libre y accesible para todos es más vital que nunca para construir y mantener puentes entre internautas, y para garantizar que la información sigue fluyendo.

Pero la la ONG advierte que "países supuestamente democráticos flaquean en nombre de la seguridad o adoptan medidas desproporcionadas para proteger los derechos de autor".

Aumenta la presión sobre los proveedores de tecnología, alentados en algunos países a desempeñar un papel de policía en la Red. Las empresas de seguridad se convierten en los nuevos mercenarios de una auténtica carrera armamentista online. Los hackers activistas ayudan con su experiencia técnica a los cibernautas atrapados en las garras de un aparato represivo. Los diplomáticos también entran en juego. La libertad de información online se convierte más que nunca en un problema importante para la política exterior y la nacional.

En el top de los peores enemigos de Internet hay novedades. Bahréin y Bielorrusia se unen a Arabia Saudí, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Uzbekistán, Siria, Turkmenistán y Vietnam.

Bahréin es un caso de éxito de represión, un apagón de información conseguido mediante un impresionante despliegue de medidas represivas: bloqueando los medios de comunicación extranjeros; acosando a los defensores de los derechos humanos; deteniendo a blogueros e internautas; enviando a la justicia a perseguir a los activistas de la libertad de expresión y emprendiendo campañas de difamación contra ellos; e interrumpiendo las comunicaciones, especialmente durante las grandes manifestaciones.

En Bielorrusia, a medida que el país se atrinchera en el aislamiento político y el estancamiento económico, el régimen del presidente Lukashenko trata de atar en corto la red. Algunos usuarios de Internet y blogueros fueron detenidos, otros, invitados por la policía a mantener "conversaciones preventivas" para disuadirlos de manifestarse o cubrir las protestas; ha habido ataques contra sitios. Por último, la Ley N º 317-3, en vigor desde el 6 de enero de 2012, asume la supervisión de la Red y refuerza el control online en Bielorrusia incrementando el arsenal represivo.

Más Información | Internet Enemies Report 2012 (pdf)

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