El Gobierno presentó la semana pasada el Grupo de Expertos de Alto Nivel que tiene por misión proponer las medidas más adecuadas para desarrollar la estrategia del propio gobierno en telecomunicaciones y la Agenda Digital.
Además de evidenciarse que en España para el poder político lo digital es sobre todo cosa de telecos y hombres, una mujer de catorce asesores, nos ha llamado la atención que uno de los elegidos sea Rafael Díaz Vega, director corporativo de Regulación de Telefónica.
El asesor del gobierno y alto ejecutivo del ex monopolio que defendía en 2005 acabar con el servicio universal y hace unos meses en el IESE mostraba su temor por “la paradoja que vive un sector en el que el tráfico crece exponencialmente pero los ingresos no y pronto serán superados por los costes”. Para evitar el colapso, según Díaz Vega, habría que reducir la inversión, controlar los costes e incrementar los precios, con lo que Internet no estaría a la altura de nuestras expectativas.
Es cierto que todo lo rodea al gobierno/partido y Telefónica desde el nombramiento de César Alierta por Aznar es tan peculiar como la trayectoria de Calvo-Sotelo o el nepotismo del que hace gala el gobierno con la misma desfachatez que indulta a los políticos condenados y unas horas después presume de nuevas sanciones a los políticos con su Ley de Transparencia. Algo chirría en el discurso y la propaganda del gobierno conservador de Rajoy y Sáenz de Santamaría.
El PP debería reflexionar sobre el electo de los nombramientos (familiares y telefónicos), el efecto Mourinho-Wert y el efecto descargas (de racimo).
En Nación Red | El gobierno al dictado de César Alierta;Soraya Sáenz de Santamaría y Telefónica