El espectacular éxito del Partido Pirata en Berlín es ya un nuevo referente o meta a emular por parte de los piratas que aspiran a entrar en los parlamentos para defender su proyecto en defensa de Internet, las libertades individuales, la transparencia y la profundización en la democracia, que se quiere participativa y de ciudadanos, no secuestrada por los aparatos de los grandes partidos (partitocracia).
Aunque los más realistas de los dos partidos piratas españoles (Pirates de Catalunya y el Partido Pirata) trabajan a medio plazo con la idea de impulsar una "lista pirata" a las elecciones europeas, únicas en las que se aplica el sistema proporcional puro que favorece el principio de un ciudadano-un voto, la posibilidad de "dar la sorpresa" el 20-N en Barcelona, donde se obtiene representanción con el 3% de los votos y donde, lo más importante, Pirates de Catalunya ha avanzando mucho en la implantación del partido, se contempla ya como un "objetivo posible".
En las pasadas elecciones municipales los piratas llegaron a superar el 1% en algunas zonas de Barcelona. Un porcentaje próximo al que se exige a nivel estatal para conseguir un eurodiputado y reproducir en España el éxito de los piratas suecos.
Pirates de Catalunya, por lo pronto, ya está representado en un ayuntamiento, pero ahora el objetivo es mucho más ambicioso, nada más y nada menos que "abordar" el Congreso de los Diputados. Puede parecer demasiado pronto, pero el efecto sorpresa es consustancial al pirata. Tanto como aprovechar el viento a favor...
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