El virus Stuxnet que atacó el software (de la multinacional alemana Siemens) para el control y gestión de las plantas nucleares de Irán no fue obra de Anonymous, Hacktivistas o Ciberterroristas. Stuxnet es una creación de los gobiernos de EE.UU. y de Israel. Nadie, claro, se ha sorprendido.
Según The New York Times, el propio Obama habría dado el visto bueno para lanzar Stuxnet contra Irán y proseguir con las ciberoperaciones cuando ya se conocía la existencia del gusano que conseguía sabotear - o más bien retrasar unos meses - el programa nuclear iraní. Stuxnet sería uno de los proyectos (secretos I+D+i) que Bush le dejó en herencia a Obama (junto a la "carpeta" Drone).
El artículo es un anticipo del libro 'Confront and Conceal: Obama's Secret Wars and Surprising Use of American Power', de David Sanger, que se publica la próxima semana. El libro viene a cargar sobre los hombros de Obama la responsabilidad de un proyecto que va más allá del gusano Stuxnet y del que cabe preguntarse si está fuera de control en su conjunto.
El libro seguro que aporta "claves" sobre la responsabilidad de Israel y del agente de campo en la expansión de un virus que en octubre de 2010 ya tenía adjudicado el Made in Israel y removía los peores fantasmas del pasado (Otra vez, Siemens).
Un portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo ante periodistas que no podía ni confirmar ni desmentir las informaciones. "Existen buenos motivos para que ese tipo de informaciones sean secretas. Publicarlas representaría una amenaza para nuestra seguridad nacional", comentó Earnest a bordo del Air Force One.
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