Máscaras de guerra contra los abusos del poder

Máscaras de guerra contra los abusos del poder
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El escándalo de la piratería todavía no se ha concretado en la detención de Rupert Murdoch ni en el cierre de las webs del editor sensacionalista cuyas medios piratearon hasta el móvil de la familia de una niña asesinada para lucrarse con exclusivas.

El mundo es injusto y las descargas también pueden ser de racimo, entonces te hacen ministro. Descargas de muerte en un currículum silenciado por la mayoría de medios españoles y su ejército de tertulianos (al servicio del poder) que hoy no faltarán a sus obligaciones para que se entienda lo de la mafia de las descargas. Naturalmente España ya no es la de los Santos Inocentes.

La red se pone la máscara por el cierre de Megaupload y para expresar un hartazgo colectivo con los centros de poder que han convertido los aparatos de represión del Estado en policía privada de los viejos carteles del entretenimiento, la comunicación y el copyright todavía no investigados (a fondo) aunque se intuye que no han roto con su oscuro pasado. Una policía privatizada que no actúa con la misma determinación y diligencia cuando el poderoso aparece en el sumario salvo que los llamados piratas pongan las pruebas sobre la mesa que fiscales, jueces y jefes de policía olvidan en un cajón durante años.

Pruebas del abuso de poder de los verdaderos piratas de la era moderna como las aportadas por Julian Assange y que en unos días serán más. Aunque a Bradley Manning le vaya a costar la cadena perpetua. Al valiente soldado que descubrió, por ejemplo, que sus superiores eran unos piratas que dejaban escapar a los políticos-piratas de las descargas de la droga con millones de dólares en la maleta. La noticia sobre esas descargas de dinero y droga ha pasado muy desapercibida en las tertulias del mundo global y no hay detenciones.

Pero el FBI con la colaboración de la policía de medio mundo busca sin descanso ahora mismo al alemán Sven Echternach, de 39 años, jefe de desarrollo de negocios de Megaupload; al eslovaco Julius Bencko, de 35, diseñador; y al estonio Andrus Nomm, de 32, responsable de la división de software, que están en paradero desconocido como los archivos privados de millones de internautas.

Un atentado a los derechos y libertades, un Guantánamo Digital como ha denunciado la Asociación de Internautas, que no está entre las prioridades del FBI subsanar. Sus prioridades son otras: Espías, Terroristas, Hackers, Pederastas, Mafiosos, Pandilleros, Asesinos en serie…

FBI

Foto | Hawken king En Nación Red | FACUA pide a Rajoy que reclame a EE.UU. la recuperación de los archivos de los usuarios de Megaupload; Cierre de Megaupload: lo que el FBI cree que consigue; Tras la patada en la puerta de Megaupload, ¿peligra la nube?

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