¿José Manuel Durão Barroso es el presidente de Europa?. Más o menos. El portugués que preside la Comisión Europea es un caso peculiar, pues se trata de uno de los pocos políticos que ha reconocido ser engañado (en la guerra de las Azores) y seguir en un puesto en el que se supone debería estar alguien con capacidad de no ser engañado. Cosas de la partitocracia bipartidista: socialistas y populares. De Lisboa a Bruselas todo es igual.
Lo que seguro desconoce Barroso (o no) es que algunos informes con los que le engañaron están impulsados por los mismos que le van a llorar con el cuento de la piratería. ¿Otra vez se ha dejado engañar?. Menuda pieza el político al que ya le recordó Daniel Cohn Bendit (el "último" político despierto) que si no le querían en su país que demonios hacía allí. ¿Quién ha votado a este señor?. Yo desde luego no (y soy tan europeo como él).
Pues bien, el presidente Barroso se ha reunido este lunes con representantes de la Federación de Editores Europeos (FEE) para escuchar los problemas que enfrentan y pulir los generosos acuerdos que la Comisión negocia con los del papel. Los del lobby se han mostrado encantados de la buena acogida y los esfuerzos de Barroso por proteger los derechos de autor de las obras que pasan de (su) papel a formato digital.
Como quieren más, no sea que la holandesa rebelde les fastidie el negocio, pidieron que Barroso impulse sus asuntos con especial hincapié en la posibilidad de que haya diferentes tasas para los libros impresos, los audiolibros o los libros electrónicos. La delegación estaba encabezada por el Presidente de la FEE, el irlandés Fergal Tobin (Gill & Macmillan), el vice Marciszuk Piotr (Stentor, Polonia), Christine de Mazières (CEO del Syndicat national de l'Edition), Nick Fowler (Elsevier, Reino Unido ), Antoine Gallimard (Gallimard, Francia), Mollet Richard (CEO de la Asociación de Editores del Reino Unido), Enrique Mota, (Principia, Portugal), Winters Karl-Peter (Representante de los poderosos y viejos editores alemanes, Otto Schmidt KG, Alemania) y Anne Bergman-Tahon , la currante y coordinadora de este ente, que hace el papel de lobby de unas viejas pero poderosas empresas cuyo perfil estaría entre Planeta y Santillana.
Anne Bergman-Tahon participó muy activamente en un costoso seminario (doc) sufragado por el Ministerio de Cultura en el que pudo saludar entre otros a Aldo Olcese, más activo que ella, los chicos de la BSA... en aquel Seminario Anne Bergman-Tahon hizo un gran esfuerzo por criminalizar a Google. Bestia a batir de los atemorizados (pero muy poderosos) "grandes editores" del mundo mundial (y España).
Precisamente, esta vez, no acudía a Bruselas con la delegación ningún representante español, pero para hacerse una ideal del perfil del lobby nada mejor que visitar los enlaces que la representación española en la FEP tiene sobre la Ley Sinde. Son la línea dura de Olcese. Lo que a Barroso le contaron, y es posible que se lo creyese conociendo al personaje, es del tenor de este comunicado (pdf).
Nada ha trascendido de la reunión pero nos contaron que el presidente Barroso se confesó un amante de los libros - "el producto más hermoso que existe" - y se comprometió firmemente en su defensa, "ya que si bien tenemos que dejar espacio a nuevas plataformas, los libros fueron y son uno de los pilares de la democracia". Según el engañado de las Azores: el papel de los grandes editores es fundamental y es de celebrar que la gran industria editorial europea sea más importante que la de EE.UU.
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