La posible compra de Skype por Google o Facebook llevará la felicidad del pelotazo al grupo Silver Lake Partners y la desazón a las telecos de “toda la vida” que siempre han recelado del poder que está adquiriendo el gigante estadounidense de la telefonía vía internet. No te digo una vez que el ‘juguete’ sea propiedad de uno de esos empresarios de verdad que se han creído que la plaza es de todos los que quieran montar el tenderete.
Según algunos el movimiento que planea Google sobre Skype no es de adquisición total, si no una joint venture que beneficie a ambas partes y lo que es más importante a los usuarios que ya llevan mucho tiempo preguntándose si en cuestión de teléfono no les estarán vendiendo una cara bicicleta cuando por menos de la mitad de precio (o gratis) se puede tener una moto, que hasta la comisaria Kroes le va contando a todo el mundo que ella ya ha abandonado a los viejos dinosaurios y se ha pasado a Skype.
El caso es que no se habla de otra cosa. Venta, OPV, 3.000 o 4.000 millones… ¿Alguien da más?. Pero al margen de los detalles financieros y formales de la posible operación lo que ya se puede adelantar es que el movimiento pone muy nerviosas a las cúpulas de las telefónicas que ya deben estar llamando al político o política de turno. Porque si AT&T amenazó a Obama con no invertir en infraestructura si aprobaba la ley que protegía la neutralidad de la red, aquí va a pasar lo mismo.
Política al margen (aunque aquí va a pesar mucho la política) ya se hacen todo tipo de cábalas y apuestas. Google o Facebook, ¿quién se quedará Skype?. Tanto a los del buscador como a los de la red social la hipotética toma de control de Skype les daría de manera automática el 12% del tráfico internacional de llamadas, según el estudio de la consultora TeleGeography de 2010. Datos que hoy ya se han quedado anticuados pues Skype crece a un ritmo del 50% anual. Pero eso no es más que un modesto suelo sobre el que Facebook y Google quieren construir la telefónica de la nueva generación.
Aunque las trabas que ya ponen las operadoras, por ejemplo a la hora de usar programas informáticos en los móviles que permiten realizar llamadas por voz IP se levantarán, al parecer, justo cuando esté preparado en un cajón el borrador de la famosa tasa Google que será la forma con la que compensar a los viejos dinosaurios que siguen en la órbita de papá Estado aunque los millones invertidos en publicidad y el político de turno le hayan hecho creer al ciudadano de a pie que son empresas de verdad.
Foto | Mark McLaughlin