Huawei ha sufrido distintas acusaciones desde Estados Unidos y Canadá en las últimas semanas, ante la posibilidad según las administraciones de estos país, de que la empresa china infrinja la seguridad nacional. Debido a las acusaciones y el ambiente generado por las mismas, el presidente de Huawei Australia, John Lord, ha indicado que la empresa pondrá a disposición de una evaluación independiente, el código para su revisión y así calmar el ambiente sobre la seguridad que los dispositivos móviles de la empresa china pueda suscitar.
Estados Unidos consideró que los productos de Huawei pueden servir de espionaje y para otras actividades contra el Estado argumentando la imposibilidad de negar que exista alguna relación de Huawei con el gobierno Chino. La postura estadounidense fue emulada por el gobierno canadiense, que se vió reflejada por las declaraciones del portavoz del primer ministro del país, afirmando que en caso de que fuera necesario se actuaría a través de la legislación para vetar a la empresa china. Días después, la empresa instó a una mejor relación y trato para ZTE y para sí misma desde los países que les han puesto en entredicho.
Cómo decíamos, el movimiento último ha sido el anuncio del examen independiente. De esta forma, Huawei pretende contrarrestar el daño a su imagen ocasionado por las acusaciones desde Estados Unidos, buscando demostrar que no existen puertas traseras ni medios de espionaje en lo ofertado por Huawei. Además, John Lord ha instado al gobierno australiano que no se deje llevar por las acusaciones vertidas por estadounidenses y canadienses, como ya hizo en el pasado, cuando vetó en 2011 a Huawei de su programa de banda ancha por ataques procedentes de China.
Por tanto, la propuesta que hace Huawei es la posibilidad de realizar una análisis central para comprobar que la empresa no tiene las intenciones de las que se le acusa. Además, se ha instado a Estados Unidos a que haga lo mismo que va a realizar Australia pero, la respuesta ha sido contundente. Desde Estados Unidos opinan que aún llevándolo a cabo seguiría siendo imposible asegurar no hayan podido ser vulnerables a la manipulación los dispositivos y por lo tanto, peligrosos para la seguridad del país.
Vía | Ars Technica En Nación Red | El peligro amarillo