Por El País han desfilado una serie de defensores de la Ley Sinde, siempre son los mismos, que se han dedicado a insultar al personal. Ya hemos publicado aquí la guía de insultos contra los internautas, le ha tocado a David Bretos pasar el trago.
Ahora acaba de saltar al ruedo de papel del grupo PRISA la señora Pilar Bardem aunque ya sin ganas de torear, por ejemplo, con cifras de esas que las multinaciones americanas y el FBI manejan para cercenar la libertad en la red, ni de vociferar con el mal estilo de Alejandro Sanz o Fernando Savater.
No, la señora Bardem, icono de la vieja izquierda española más o menos comunista, ha preferido hacer un trabajo rápido, cortando y pegango los ataques a la Asociación de Internautas que han hecho otros “intelectuales” pero sin ser tan zafia y grosera como el chico ese del que dicen las malas lenguas que es el imitador de Santiago Auserón y de cuyo nombre no logro acordarme. La Bardem lo ha hecho con mejor estilo que para eso es una gran actriz.
Nos dicen de un periódico asociado internacionalmente a El País que algunas de esas tribunas ellos no las habrían publicado, y es que no se lleva en sus libros de estilo lo de ceder sus páginas al insulto de taberna. Vamos a tener que llamar al defensor del lector que nos han dicho de todo, mafiosos (Savater el de UPyD) y mil cosas más, “proxenetas y talibanes”, Alejandro Sanz.
Naturalmente El País, que criba, no publica, ciertos cables de WikiLeaks si que publica los insultos. Habrá tiempo de hacer, igual que hemos hecho la guía de insultos, un árbol genealógico de todos los intereses en juego: concesiones, ayudas públicas, sociedades y el tinglado de la radio fórmula con los 40 principales que parecen los de Ayete (unos salen y otros no). Ya verás donde hunde sus raíces el árbol del poder cultural (con minúscula, claro), lo curioso que va a ser. Del franquismo al Consejo de Berlusconi, sin prisa pero sin pausa.
Una coalición de intereses políticos y empresariales, revestidos de cultura, que explica que se permita insultar gravemente al personal. Ladrones, proxenetas, mafiosos, talibanes… y uno fascinante pero que los retrata bien en el que insiste Wert, su sociólogo de cabecera, el democristiano del PDP que nos llama peristas y libertarios, ¡pues anda que tú, democristiano!, encima el ex de Alzaga rescatado por Polanco se queja, después de llamarnos ladrones, que en la red se injuria mucho.
Es el síntoma del que vive fuera de la realidad – y es sociólogo – y del que se cree intocable en la finca del poder. Por eso se preguntaba uno esta semana en el despacho de esos gloriosos abogados, miembros del consejo de PRISA que han negociado con los de Berlusconi para quedarse dos sillones a cambio de entregar un canal de la TDT al Gran Hermano, abogados poderosos que dan miedo hasta a los que trabajan allí, “¿pero qué se creen estos chavales y los cuato gurús que los manejan?”.
Los Gurús que tanto preocupan a la Bardem, fíjate la vueltas que da la vida, son los mismos que tanto preocupan al embajador de EE.UU. Vaya final más peculiar al lado del Capital y el fontanero de Bush. Pobres progres ricos.
Ironías al margen, siempre más finas que las palabrotas del imitador de Auserón, conviene no pasar por encima del concierto organizado para atacar e intentar desacreditar a una asociación de la sociedad civil que ni la SGAE ha conseguido cerrar. Pero también es bueno que los hayamos conocido un poco mejor, igual que a los socialistas enterrando el Caso Couso y a uno del PP sugiriendo al embajador como conseguir apoyos a la Ley Sinde. Vaya tropa.
Tan nauseabundo está resultando el argumentario de los favorables a la Sinde en El País que el único intelectual de altura que ha escrito sobre el asunto lo ha hecho con especial firmeza. Nos quedaremos con sus palabras, van por Savater y la Bardem, esos dos iconos que, por cierto, pueden perjudicar seriamente el crecimiento de los partidos que apoyan como se sigan haciendo fotos con sus candidatos:
Internet está aquí para quedarse, afortunadamente, pues es la mejor esperanza que tenemos de un mundo sin censuras, controles ni fronteras, donde cada ser humano tenga acceso a toda la cultura sin límites ni restricciones.
Amén, Bardem. Amén, Savater. Tienen tan poco que celebrar que han celebrado con un titular el fracaso de la concentración del Partido Pirata que no era noticia para convocarla pero si para hacer la crónica-titular. Cuando veas a los beneficiados por el Estado hacer el ridículo piensa en Erich From: el miedo a la libertad y la histeria del que va a perder. Es Internet.
Foto | fabricadecosas
