España ante la extradición del informático de la sede VIP del banco británico HSBC

España ante la extradición del informático de la sede VIP del banco británico HSBC
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El Consejo de Ministros del 3 de agosto, daba luz verde, a propuesta del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, al proceso de extradición solicitado por las autoridades suizas contra el ciudadano francoitaliano Hervé Falciani, que fue detenido en Barcelona y está acusado de robar datos de clientes del banco HSBC Private Bank.

El ingeniero informático del HSBC en Suiza ha colaborado con los agentes antifraude de Alemania y Francia (desencriptar ficheros, descifrar claves, cruzar datos...) y sigue ofreciendo una ayuda que es clave para profundizar en el paraíso de la corrupción que esconde el botín del narco, del terrorismo internacional y de las "ilustres familias" que evaden y multiplican su dinero a través de miles de lavadoras, sociedades instrumentales, testaferros de paja, fondos de gestión, fideicomisos offshore, fundaciones familiares, inversiones de sangre, empresas-pantalla y cuentas cifradas ¿sin que el ex presidente del HSBC y actual Ministro de Comercio de David Cameron se enterase de nada?. Ni ha dimitido. Mejor, simboliza la verdad de la política que el periodismo nos presenta en versión virtual y edulcorada desde primera hora de la mañana.

Lo del HSBC, lavadora mexicana “made in England” y la cacería hispanosuiza contra el Robin Hood de las finanzas no es muy diferente de lo que se oculta detrás de la cacería contra el australiano dispuesto a publicar los secretos del gran banco americano. Hay que recordar que cuando Assange no salía en los telediarios...

  • WikiLeaks publicó documentos que detallaban operaciones de lavado de dinero y evasión de impuestos. En concreto los ejecutivos del Julius Baer escondían los fondos de sus clientes ricos en fideicomisos offshore (Islas Caimán). El banco suizo demandó al portal por la publicación de esta información confidencial. Un juzgado de San Francisco atendió las peticiones del banco y ordenó el cierre de la dirección wikileaks.org.

  • WikiLeaks publicó un documento confidencial que demostraba que el banco más importante de Islandia, Kaupthing, había prestado miles de millones de euros a sus accionistas principales, poco antes de estallar la gran crisis financiera. Fue el pistolezado de salida de la revolución de los indignados islandeses.

Falciani y Assange, dos "informáticos" que son una amenaza para el secreto bancario que la presidenta de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, no está dispuesta a tolerar como excusa para que unos defrauden y otros, la mayoría de los ciudadanos, sufran los rigores impositivos de unos políticos que más parecen los abogados de los banqueros y de la delincuencia de cuello blanco con sedes en Suiza/Singapur, Hong Kong, Dubai, alguna rue de Liechtenstein, Panamá y las Islas Caimán, Vírgenes o Cook.

No deja de llamar la atención que la Vicepresidenta del Gobierno, como máxima responsable del CNI, haya "protegido" al presunto pirata informático de la red de tráfico de datos (robaban hasta expedientes médicos de niños) y autorizado el envío a Suiza del pirata informático que ayuda a cazar delincuentes millonarios y a recaudar cientos de millones a los Estados. ¿Se lo habrá aconsejado el CNI?

Francia ya ha recaudado 1.200 millones con los datos suministrados por Falciani. El fiscal del caso envió los datos españoles del HSBC, entre ellos una cuenta familiar de Botín con 2.000 millones de euros. Pagó el 10% (tipo Montoro) y el juez Fernando Andreu, el de Bankia, archivó el caso. Por su parte, el sindicato de inspectores fiscales alemanes ha explicado que con los datos almacenados en un CD con cuentas de la filial suiza del Royal Bank of Scotland han podido recaudar cerca de 900 millones de euros en impuestos evadidos.

Falciani es un testigo incómodo que conoce los "nombres", el sentido de los "movimientos" y el mecanismo oculto de la evasión fiscal de las élites pero la Audiencia Nacional no parece dispuesta a proteger al informático que filtró a las autoridades miles de ficheros del HSBC sobre evasores fiscales, incluidos no pocos españoles, y que colaboró con el valiente fiscal francés (ya retirado) que envió los datos a España (y que tuvo que recordar que había más cuentas de las que decía un ministro francés).

Sí, la entrega de Falciani a Suiza será más fiel al retrato del poder.

Foto | Will Survive

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