El operador rebelde ha conseguido que la Corte Suprema del Reino Unido revise la Ley de Economía Digital. TalkTalk había decidido iniciar las hostilidades y su equipo jurídico trabajaba en todos los frentes para anular la ley antidescargas por razones de insuficiencia de control parlamentario y vulneración de la legislación europea pero también y sobre todo de los derechos y libertades fundamentales.
Después se sumaría a la denuncia BT ¿por el que dirán?. Algo que no le importó a Rupert Murdoch y su Sky, operador adalid de la represión, como debe ser y es en Casa Murdoch.
Será en febrero cuando una Gran Audiencia del Supremo británico decida sobre el fondo de las cuestiones denunciadas por TalkTalk y BT. Especialmente en lo que concierne al conflicto latente entre la ley promovida por los laboristas y la legislación vigente en la UE.
Queda en el aire, pero pronto puede haber noticias, el punto que hace referencia a la falta de "proporcionalidad" en materia de derechos humanos. El juez Hickinbottom tiene la palabra. Respecto a las quejas del operador rebelde sobre el escaso tiempo que tuvo la Comisión Europea para examinar adecuadamente la legislación y las prisas de Brown para aprobar la ley ya anticipa su opinión: TalkTalk tiene razón.
Precisamente director ejecutivo de Estrategia y Regulación de TalkTalk, Andrew Heaney, comentaba entonces que la premura con que se aprobó la ley antes de las elecciones generales significaba que muchas de sus disposiciones no se debatieron en su totalidad y que “la ley de los tres avisos hay que suprimirla y comenzar el debate de cero”.
Nuestro "amigo" Andrew Heaney, director de estrategia y regulación de TalkTalk ha comentado a The Guardian que estaba "muy contento" por el hecho de que la Corte Suprema hubiese tenido en cuenta sus preocupaciones. Heaney, además, criticó que sólo el 6% de los miembros del Parlamento acudieran al debate previo a su aprobación.
Las disposiciones para tratar de reducir la distribución de archivos son injustas, no funcionarán y repercutirán potencialmente en millones de usuarios inocentes que no han incumplido la ley y verán invadida su privacidad.
La industria discográfica, la de las cartas-amenza, ha recibido de mala gana la noticia. "Es decepcionante que dos ISP estén tratando de frustrar esto y que se resistan a cualquier acción que se tome para reducir el intercambio de archivos ilegal en sus redes"
Seguimos creyendo que su caso está equivocado y no prosperará. La ley permanece a pleno rendimiento y continuaremos trabajando con Ofcom, el regulador británico.
No, la ley permanece en un impasse político. Precisamente las diferencias al respecto en la coalición gubernamental se había solventando consensuando esperar y leer lo que dicten los tribunales. Ya intuían que esto podía pasar.
Más Información | The Guardian