El anuncio por parte de Apple, de su intención de trasladar toda la toda la línea de producción a los EEUU, ha supuesto un acontecimiento cuyo impacto aún se tardará en digerir, por lo significativo de sus consecuencias a medio y largo plazo. Un cambio de tendencia, respecto a la oleada de productos baratos, con un proceso en el que el número estaba por encima de la calidad, y la explotación laboral era la base de todo el entramado, apostando por la puesta en valor de la calidad y una automatización de los procesos productivos.
Efectivamente, el traslado de producción a su país de origen, no solo es un golpe de efecto, que se hará con las simpatías de buena parte de una sociedad estadounidense, estupefacta durante la última década, ante el desmontaje del tejido fabril y la forma de organizarse de las compañías de la nueva economía, con la “empresa hueca”, como denomina Manuel Castells, a estas nuevas compañías (con el paradigma de Cisco como ejemplo más claro) en las que la “fábrica” es un elemento que ha perdido su centralidad, desplazado a países donde el “ensamblaje manual”, sin requerimientos técnicos, es más barato.
De los análisis que circulan estos días por diferentes medios y conocedores del tema, me quedo con la apreciación, muy certera, de Enrique Dans, en la que pone el foco en los elementos clave de la forma de organizar las fábricas por parte de las empresas radicadas en China, muy enfocadas en uso extenso de mano de obra barata para la mayor parte del proceso fabril y los costos que suponen tecnificar el proceso, que elimina la ventaja comparativa asiática.
Mano de obra, valor y precio
Para Apple, teniendo en cuenta que es la empresa tecnológica con mayores márgenes en sus productos (lo “cool” también tiene precio) el costos añadido de trasladar su producción y cambiarla a una metodología más mecanizada, supondrá una cifra más que asumible, a lo que se añade el factor “patria”, del que tan deseosos están muchos estadounidenses en estos tiempos de crisis.
Por otro lado, Apple es también la primera compañía de esta nueva cúspide empresarial de los grandes de Internet, que va camino de controlar todo el proceso de un ecosistema completamente propio que va desde la elaboración de sus componentes, ya trabajan en especificaciones exclusivas de procesadores ARM para sus productos, pasando por un sistema operativo propietario IOS y OSx, y un mercado de aplicaciones y de consumo de contenidos culturales y audiovisuales totalmente controlado.
Si bien es cierto, como hemos señalado en otros artículos, que Amazon y Google trabajan en el mismo sentido, es la compañía de la manzana, la que tiene ahora mismo la ventaja y la que anticipa un movimiento que apunta a ser tendencia.
Sin duda, estamos ante un hito que condicionará parte del futuro de las empresas tecnológicas con un cambio de tendencia que obligará a grandes de la producción derivada, como la siempre polémica Foxconn, a trabajar con unos parámetros diferentes que los pondrán en contradicción con su ventaja comparativa. De cualquier modo, solamente los procesos en los que la alta mecanización sea requisito indispensable, será en el que este cambio de parámetro adquiera sentido.
Como bien apuntara nuestro gran Machado, en su Juan de Mariena: “todo necio, confunde valor y precio”. Nunca nos dejemos confundir por el precio de las cosas, debajo siempre hay mucho mas…
Foto | ryansharp