La movilización ciudadana ha triunfado. La votación por separado de la disposición final segunda del texto de la Ley de Economía Sostenible ha unido a toda la oposición en su contra y ha evidenciado la soledad de los socialistas en la defensa de un texto que era el "mínimo exigido" por el embajador de los Estados Unidos.
Quizá por eso, por la importancia del encargo, han abandonado el Congreso sin inmutarse o anunciando que tratarán de conseguir en el Senado los apoyos necesarios para resucitar a Sinde. Inasequibles y serviles al lobby derrotado. Al borde del abismo y decididos a dar un paso al frente por Olcese.
Mañana, esperemos, alguien con lucidez en la Moncloa o Ferraz les explicará lo que ha pasado fuera de esa comisión desierta y desamparada en la que han intentado arrinconar a Internet. ¿Alguien les dirá lo que dice la oposición, que esta movilización no se puede despreciar?.
Una revuelta de ciudadanos anónimos y organizaciones como la Asociación de Internautas, representación ejemplar de este gran esfuerzo compartido, que ahora mismo recuerda y ensalza a todos esos ciudadanos que deciden no ser individuos pasivos - una vez depositado el voto en las urnas - sino que se implican a diario en los problemas que les afectan directamente, y que exigen que los políticos a los que elijen rindan cuentas de sus decisiones.
Y este triunfo ha mostrado además otra cosa: que la democracia y el Estado de Derecho no son gratis sino que deben ganarse día a día y minuto a minuto, porque si los ciudadanos no se ocupan de defender estas cosas, nadie lo hará por ellos.
Desde aquí, enhorabuena a toda la ciudadanía por un trabajo bien hecho.
Foto: Eneko