El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios. - Primera Enmienda.
El Gobierno de Estados Unidos ha cerrado 84.000 dominios bajo la acusación, luego se demostró que había sido un error, de distribuir pornografía infantil. El problema se produjo al bloquear un dominio de un proveedor de acceso, Free DNS, del que dependían estos miles de subdominios.
Los propietarios de los mismos se vieron sorprendidos al encontrarse en su web el aviso que encabeza este post y donde se explica que la publicidad, transporte, distribución, cobro y posesión de pornografía infantil constituye un delito federal que conlleva penas de hasta treinta años de prisión y multas de 250.000 dólares.
El Fiscal General Adjunto, Lanny A. Breuer, aún cuando ya se conocía el estropicio, seguía a lo suyo, es decir, hacer hincapié en la importancia de haber cerrado 10 dominios para defender a “nuestros niños” (aunque sin querer hayan cerrado y acusado a 84.000 webs) y no hacer la más mínima mención al cierre de esas miles de webs de particulares y empresas sin la más mínima relación con los graves delitos de los que se les acusa. Les "habla" el Fiscal General:
A pesar de su impacto positivo Internet también ha creado por desgracia un nuevo camino para los depredadores de niños para cometer sus crímenes. La producción y distribución de pornografía infantil causar estragos en las vidas de inocentes. Con estas incautaciones de dominio estamos haciendo efectiva la lucha contra los sitios web que facilitan el intercambio de estas imágenes abusivas.
Tampoco el gobierno de Obama ha respondido, a pesar de los intentos de algunos medios como techdirt, que como es lógico están escandalizados por lo sucedido, una violación masiva y brutal de la Primera Enmienda.
Desde la Electronic Frontier Foundation (EFF) se considera muy grave que a la expansión de las facultades del gobierno en la protección de derechos de autor se una ahora el mal uso que hace de sus poderes en la persecución de la pornografía infantil en la red con consecuencias desastrosas para miles de personas inocentes.
Esta acción del gobierno es sobre denuncias de pornografía infantil en lugar de infracción de copyright, pero ciertamente hemos visto el mismo tipo de extralimitación en los últimos derribos de derechos de autor. (...) Los legisladores debe hacer una reflexión sobre los daños colaterales a los derechos de libertad de expresión.
La cacería, el escarnio público y las perdidas económicas ocasionadas, se han visto afectadas miles de empresas, algunas todavía sin acceso, ha sido obra y gracia del Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Centro de Cibercrímenes de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), todo dentro de la "Operación Salvar a Nuestros Niños" y en un plano más general en la caza de webs, a través de la confiscación del dominio, que ya se llevó por delante el .com y .net de una empresa española.
Tarjeta Roja urgente a los depredadores públicos.
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