Un joven kuwaití ha sido condenado a 10 años de cárcel por insultar en Twitter al profeta Mahoma (y a sus mujeres) pero también a los gobernantes de Arabia Saudí y Bahréin. Hamed al Naqi, que así se llama el tuitero, es para el tribunal que lo ha condenado: un blasfemo que pone en peligro la seguridad nacional y genera discordia en la sociedad. Además "hace un uso indebido de su teléfono móvil".
El joven de confesión chií se declaró inocente al inicio del juicio. Al Naqui mantiene que él no había publicado los mensajes y que su cuenta en la red social había sido hackeada. Su abogado, que apelará la sentencia, ha explicado que incluso en el caso de que su cliente hubiese escrito los mensajes sería un delito de opinión...
... pero algunos parlamentarios habían pedido la pena de muerte para el tuitero. Una petición que viene amparada por la nueva ley que ellos mismos aprobaron unas semanas antes de respaldar una propuesta de enmienda a la Constitución para que la Sharia sea "la única fuente" de legislación en Kuwait. La primera ley no ha entrado todavía en vigor. La enmienda constitucional la ha vetado el Rey.