Cuando en España, en democracia, se empieza a decir que en unas elecciones hay que buscar el voto útil y votar al menos malo se están empezando a perder las propias virtudes democráticas. Hay que votar los que nos convence, lo que nos ilusiona, lo que mejor recoge nuestras aspiraciones. - Adolfo Suárez
En los cuarteles de la partitocracia se da por hecho que la guerrilla digital de ciudadanos cabreados por el apoyo del PSOE, el PP y CiU a la Ley Sinde que planificó el embajador de Bush en España no conseguirá dar un gran vuelco a las previsiones electorales por la anarquía y disparidad de criterios que reina en las ‘filas’ de la disidencia digital que se opone a los políticos del copyright y la corrupción.
Según los profesionales al servicio de la partitocracia los “románticos de la red” pueden ser más de cuatro gatos pero a la hora de enfrentarse a la decisión de introducir una papeleta en las urna el próximo 22 de mayo “no hay una consigna o acción común concertada” y eso les debilita. Algo que celebran desde su mezquindad política en las sedes del tripartito proSinde, pero algo que precisamente dice mucho y bien de los ciudadanos libres y rebeldes de la red que tienen el buen gusto de militar en el librepensamiento y no en la partitocracia que ha puesto a España en la Champions de la corrupción y el paro.
La España en la que el tripartito destina millones de dinero público a tapar el agujero de las cajas (sus cajas) que han hipotecado a una generación de españoles jugando al monopoly de la especulación política del suelo intervenido, mientras a los conseguidores de los partidos les llegaban millonarias transferencias que se ingresaban en la cuenta de alguno de sus paraísos fiscales. Doce es poco, pon otros cuatro. Bien.
Es precisamente en lo local donde se ha alimentado al monstruo de la corrupción. Pero en las sedes de las tres formaciones que han dado poderes a una comisión gubernamental para perseguir webs se celebra que las elecciones del 22-M son de ámbito local y que en multitud de municipios ni tan siquiera habrá listas de candidaturas que se oponen a la Ley Sinde.
También es fundamental el ‘gran trabajo’ para desmotivar que juegan las encuestas y que vienen a decir que salvo Izquierda Unida aquí no hay sitio para nadie más y no es cuestión de tirar el voto. Es la llamada directa o subliminal al voto útil y al desencanto, quédate en casa que no va a servir tu voto para nada. Ya ves que tu opción no sale en los telediarios de tan poquita cosa que es.
Por eso quizás los de UPyD, el partido que se puede llevar un buen número de votos de los ciudadanos digitales que no se identifican con la izquierda más tradicional de Cayo Lara, han decidido apelar al ‘verdadero” voto útil de tan hartos como están de esta indecente campaña del tripartito que se hace sobre todo desde los medios afines.
Porque preocupa en las sedes de los partidos del status quo y la Ley Sinde que se cuele un intruso que no está invitado a la fiesta que celebran en el coto o finca del poder, ese espacio cerrado donde se lo pasan en grande con sus banqueros, traficantes de licencias, empresarios de la concesión y productores o editores de postín. Por eso los grandes medios, dependientes del poder (concesiones, subvenciones, publicidad institucional, licencias…) les hacen el trabajo sucio y esconden todo lo posible a los de Rosa Díez pues el objetivo no es otro que dejar las cosas como están (PP/PSOE) con la eterna bisagra (CiU) de comodín.
Convergencia i Unió de bisagra y a seguir.
Son sin duda los dos partidos de ámbito estatal (IU y UPyD) que se han opuesto a la Ley Sinde los que más daño les pueden hacer. Lo saben. Es sin duda el verdadero ‘voto útil’ de los ciudadanos digitales que quieren responder al bipartidismo y CiU. Pero hay más opciones, comenzando por los partidos de la izquierda nacionalista con representación parlamentaria (también ICV) que siempre se han opuesto al descarado y liberticida afán prohibicionista y seguidista de los lobbies del copyright de los que el PP en Europa se ha convertido ya en una mera extensión.
Queda también el voto que algunos llamarán protesta y que los ciudadanos digitales de algunos municipios, incluidos Madrid y Barcelona, pueden elegir y que no es otro que el del partido pirata que al final como se ha demostrado en el Parlamento Europeo con su eurodiputado Christian Ensgtröm es la mejor garantía, el voto más útil, para salvaguardar el mástil desde el que unos pocos valientes e insobornables permanecen vigilantes ante los abusos de los enemigos de la red. Como también en Madrid se presenta a su Asamblea Regional el presidente de la Asociación de Internautas con la intención de levantar las alfombras y convertirse en el aguijón inconformista de la red en sede parlamentaria.
Y es que aunque el silencio (la omertá) es la ‘primera instrucción’ sobre el tratamiento que se le debe dar a la incómoda iniciativa NoLesVotes, la segunda viene a sugerir que si el asunto se desborda o aparece de manera inevitable es conveniente acusar al movimiento de promover la abstención y por lo tanto ser una plataforma antisistema. Paradójicamente lo que quieren hacer creer es lo que esperan y desean que pase, que los desencantados no voten.
Malos gestores a la hora de gobernar – ¿los peores de Europa? – pero muy buenos a la hora de mantener su cuota de poder y privilegios transformando los tres partidos en sindicatos de cargos y maquinarias de poder. Se lo escuché a Eduard Punset cuando lanzó su Foro político: “conspirar en la sede para aumentar su poder es lo que hacen ahora los políticos”.
A Punset le votaron muy poquitos españoles. Como es normal. A los de siempre una buena millonada. El tripartito ya gobernaba España y cientos de periodistas defendían como hooligans a uno u otro partido atacando al contrario pero siempre desde la fidelidad al proyecto común para cuya supervivencia es fundamental ningunear cualquier novedad electoral que ponga en peligro el tinglado del tripartito en el que también están los grandes editores que han celebrado la Ley Sinde.
Contar con tantos medios a su disposición hace más difícil la pelea de la sociedad civil digital contra la partitocracia que está, como bien sabes, al servicio de los intereses imperialistas del lobby y la política que se les dicta desde la embajada de una potencia extranjera, incluso cuando de la muerte de ciudadanos españoles se trata. A partir de aquí ya nada sorprenderá, salvo quizás su elevado apoyo popular como pasa en Italia con Il Cavaliere que siempre gana. Control de medios, se llama.
Claro que ciertas noticias nunca salen en los telediarios, ni merecen un minuto de atención a los tertulianos en las cadenas que les ha concedido el amigo gobernante mientras preparaba la ley de la censura en la red conocida primero por Ley Sinde y después por Ley Sinde de Rajoy.
Por eso un cínico inteligente de uno estos tres partidos dice con ironía lo de “Convergencia i Unió y a seguir”, pues para los profesionales del tripartito cambiar lo existente no está al alcance de los ‘ingenuos’ ciudadanos digitales que se enfrentan a un PRI de tres o cinco cabezas.
Es el tripartito que gobierna España. El tripartito que votó por la Ley Sinde. El tripartito que en palabras de Carlos Sánchez Almeida “acumula más cargos públicos acusados de corrupción y ha vendido la independencia de la Red española”:
Y todo seguirá igual mientras se sigan turnando en el poder, en este trágico remedo de la Restauración decimonónica que nos ha tocado vivir. Todo seguirá igual, mientras no asumamos que la culpa es nuestra.
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