Cómo se gestó la ley anti-descargas en Nueva Zelanda

Cómo se gestó la ley anti-descargas en Nueva Zelanda
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Como todos sospechábamos, y se demostró, la famosa “Disposición” de la Ley de Economía Sostenible fue promovida, y casi dictada, por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, previa escala en la embajada de Madrid.

Ahora, pocos días después que se aprobara el equivalente en Nueva Zelanda, parece que en nuestras antípodas ocurrió exactamente lo mismo, y resulta que la fuente es la misma. Según revelan cables de la Embajada de los Estados Unidos en Nueva Zelanda publicados por Wikileaks, el gobierno del país americano presionó al neozelandés para que aprobase una ley que, bajo el paraguas de la defensa de vaya usted a saber que cosa, promovía única y exclusivamente los intereses de las grandes industrias del ocio y el entretenimiento de Hollywood.

Ya desde febrero de 2008, aprovechando que en Nueva Zelanda se debatía la nueva ley del copyright, desde la embajada se iba presionando a diferentes miembros del gobierno, ‘sugiriéndoles’ los retoques necesarios para adecuar la ley a los intereses de las ‘majors’. La ley se aprobó en abril de 2008. Los cables publicados muestran que ya con anterioridad se había amenazado con incluir Nueva Zelanda en la famosa Lista Especial 301, en la que aparecen todos los ‘países piratas’ y que, oh sorpresa, elabora la Oficina para la Defensa de los Intereses Comerciales de Estados Unidos (USTR en inglés).

Tras la aprobación y entrada en vigor de la nueva ley, en marzo de 2009 la embajada llamó ‘a casa’ para decir que ya no hacía falta que se incluyera a Nueva Zelanda en la lista, ya que podría ser contraproducente. En los cables también aparece el interés norteamericano por ‘exportar’ el sistema de tres ‘strikes, para lo cual la embajada ‘ofreció sus servicios’ de redactado.

Pero lo peor de todo fue el inicio. En abril de 2005, los Estados Unidos ofrecieron financiar un proyecto para organizar a la industria del ocio neozelandesa con casi 400.000 dólares americanos, y dicho presupuesto incluía fondos para personal ‘liberado’, costes legales para investigación y denuncias así como formación. De hecho, el portal que la industria en Nueva Zelanda usó para ‘luchar contra la piratería‘, con contenido muy parecido al tan nuestro “Ahora la ley actúa“ y que, por cierto, apareció más o menos al mismo tiempo, sigue activo, aunque nadie dice nada de cómo se gestó y de dónde salió el dinero para pagarlo todo.

Como puede verse, puede que en todas partes se cuezan habas, pero la particularidad es que todas las habas tienen el mismo remitente.

Vía | Michael Geist

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