El 18 de enero la activista egipcia de 26 años, Asmaa Mahfouz, publicó un vídeo en YouTube en el que animaba a la gente a protestar contra el gobierno corrupto de Mubarak y a manifestarse el 25 de enero en la Plaza Tahrir. Su emotiva convocatoria contribuyó al levantamiento popular de los indignados de Egipto.
"Yo, una chica, iré a la Plaza Tahrir, y estaré sola. Y levantaré una pancarta, quizás la gente demuestre algo de honor", decía Mahfouz. “No crean que van estar seguros. Ninguno de nosotros lo está. Vengan con nosotros y exijan sus derechos, mis derechos, los de sus familias. Estaré allí el 25 de enero para decir: "No a la corrupción. No a este régimen".
El 25 de enero la plaza Tahrir de El Cairo fue tomada por miles de jóvenes manifestantes. El resto de la historia es conocida. Es Historia.
La eurodiputada Marietje Schaake, algún día habrá más políticos como ella, ha propuesto a Asmaa Mahfouz al premio Sajarov 2011, pero fiel a su estilo incorrecto, lo hace para denunciar en voz alta que ahora mismo el ejército egipcio está llevando los jóvenes de la revolución ante tribunales militares por criticar la lentitud con la que avanzan las reformas políticas en la "ordenada transición".
"La UE debe demostrar que estamos del lado de personas que buscan la libertad y los derechos humanos", dice la eurodiputada que tuvo que intervenir hace escasos días para ayudar a liberar a la candidata que ella misma ha nominado al premio Sajarov. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto había ordenado su detención.
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