Entre los métodos que nos ofrecen privacidad y seguridad en Internet encontramos las VPN. Acrónimo de ‘Virtual Private Network’, básicamente es una tecnología que nos permite crear una red local para nuestros dispositivos a través de Internet. Esto es muy útil, ya que permite que los dispositivos utilicen Internet para conectarse entre sí a través de un intercambio de datos encriptado, lo que hace que podamos generar una red local virtual con un servidor que se encuentre en cualquier punto del mundo.
Una VPN ofrece multitud de ventajas para el usuario, ya que los dispositivos que se conecten a esta red podrán enmascarar su dirección IP, algo que sumado a otras tecnologías nos permite navegar por Internet sin que los sitios web puedan recopilar cierta información de nuestros dispositivos.
Las VPN gratuitas tienen una limitación de velocidad mucho mayor
Aunque esta herramienta es tremendamente efectiva para proteger nuestros dispositivos y obtener privacidad en Internet, no se trata de un método infalible, sobre todo si dependemos de servicios VPN gratuitos. Aunque hay algunos ejemplos con los que podemos contar y confiar, siempre será más recomendable depender de un servicio de VPN de pago y de confianza, ya que si nos conectamos a un servidor VPN de dudosa procedencia, éste puede obtener nuestra información privada.
Sin embargo, otra de las desventajas de utilizar una VPN gratuita generalmente suele ser la velocidad de navegación que nos ofrece. Y es que en este caso, las compañías suelen limitar considerablemente nuestra velocidad cuando estamos utilizando una VPN. Si tienes una velocidad de Internet contratada considerablemente buena quizás no te sea una molestia en determinados casos, pero si requieres de la máxima velocidad posible, una VPN gratuita generalmente no te la va a ofrecer.
Es por ello que en este artículo hemos querido comparar algunos casos cuando utilizamos VPNs gratuitas y otras de pago. Para ello hemos optado por usar NordVPN, uno de los servicios más destacados, y Opera VPN, herramienta que se incluye en el propio navegador de Opera, y que entre otros ejemplos también se trata de uno de los VPN gratuitos más destacados.
Región y limitaciones, dos factores que reducen la velocidad de un VPN
Además de la limitación en velocidad que los servidores VPN añadan a nuestra conexión, hay que añadir otro factor más a la ecuación que influye en este aspecto y es el hecho de en qué parte del mundo se encuentra el servidor al que nos queremos conectar. De esta manera, no es lo mismo conectarnos a un VPN que se encuentre en algún punto de Europa que cruzar el Atlántico y conectarnos a uno situado en América. Cuanto más alejados estemos del punto donde se sitúa el servidor, mayor latencia y peores velocidades de descarga obtendremos.
En la gran mayoría de servicios VPN de pago, nos podremos conectar a servidores que nos ofrezcan casi la máxima velocidad posible de nuestro proveedor de servicios. Y en caso de que el servidor se encuentre muy alejado de nuestra región, las velocidades tampoco serán dramáticamente lentas.
Como ejemplo de ello, hemos hecho varias pruebas con NordVPN y con el VPN de Opera para hacernos una idea de cuánto puede disminuir nuestra velocidad dependiendo del servicio VPN que utilicemos y el servidor al que nos conectemos.
Sin sorpresas en este sentido, NordVPN nos ofrecía la máxima velocidad posible de nuestro ISP si nos conectábamos a una VPN en España y muy alta en Europa. Lo hemos hecho en una conexión de 1Gbps y hemos obtenido una velocidad de descarga de 874,5 Mbps desde un servidor situado en España, que es la que habitualmente obtenemos con el VPN desconectado en el equipo usado para las pruebas. Si nos conectábamos a un servidor situado en Reino Unido, la velocidad también era notablemente alta, alcanzando los 837,1 Mbps.
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Esta velocidad decreció considerablemente al conectarnos a un servidor situado en Estados Unidos. En este caso, usando NordVPN, obtuvimos una velocidad de descarga de 509,1 Mbps. Si bien hay una gran diferencia respecto al ancho de banda contratado, se trata de una velocidad más que adecuada para los propósitos de nuestro día a día, ya sea para navegar por Internet, reproducir contenido desde varios dispositivos y demás.
Pasando a las pruebas con un VPN gratuito, hay grandes diferencias en la velocidad que pueden repercutir en nuestras tareas dependiendo de para qué utilicemos la VPN. En el caso del VPN integrado en el navegador de Opera, éste nos ofrecía una velocidad de 174,2 Mbps al conectarse a un servidor en Europa. Una de las principales limitaciones de los servicios VPN gratuitos es que no tenemos mucho donde elegir en cuanto a servidores, y muchos de ellos se conectan a una región aleatoria cercana sin posibilidad de elección.
Si usábamos el VPN de Opera en un servidor situado en América, la velocidad de descarga bajaba a unos 2,86 Mbps según las pruebas realizadas, una cifra que no nos permitiría hacer demasiado.
Por esta y otras razones como la seguridad, privacidad y tecnologías adicionales, contar con una VPN de pago que destaque por su fiabilidad es lo más recomendable en este aspecto. NordVPN se encuentra entre los grandes favoritos por estas y muchas otras razones. Sin embargo, dependiendo del uso que le demos a una VPN, contar con un servicio gratuito también puede ser una opción, siempre y cuando el servicio sea fiable. La VPN de Opera, junto a otros servicios como ProtonVPN o Windscribe, entre muchos otros, también han demostrado ser efectivos y fiables.
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