David Blay Tapia es periodista especializado en teletrabajo. Casi podemos decir que es un activista sobre el teletrabajo que propone soluciones a los problemas que tanto empresas como trabajadores puedan ir encontrando a la hora de aplicarlo.
Y, como especialista en trabajo remoto, también da ideas para que los legisladores puedan tener en cuenta cuando desarrollan sus normas destinadas a una sociedad que pueda teletrabajar sin trabas. Porque él considera que deberían crear estas leyes quienes conozcan bien de esta realidad y no personas que no han teletrabajado nunca.
Hemos hablado con él sobre cuatro temas principales que él considera oportuno tener en cuenta cuando hablamos de teletrabajo. Recuerda Blay Tapia que, a pesar de que con la pandemia, en marzo de 2020, millones de personas pasaron a teletrabajar en masa, ha faltado formación en teletrabajo para poder realmente asentarlo como una nueva realidad, más allá de los años de restricciones sociales.
También nos habla de lo que él describe como "el nuevo contrato social que debemos suscribir por la brecha ya existente entre trabajadores y directivos" (no hay que olvidar que muchos expertos hablan de que el debate está más polarizado que nunca y que, realmente, las empresas se empeñan en volver, mientras los trabajadores hablan de sus preferencias por el trabajo remoto).
También ha habado con Genbeta sobre "por qué tenemos que trabajar las mismas horas que nuestros padres disponiendo de tecnología para no hacerlo" y un cuarto tema es sobre sobre "cómo no deberían legislar políticos que jamás han teletrabajado". Además, otro tema como
¿Cómo te planteas que debe de ser la formación respeto al teletrabajo?
Para David Blay Tapia, durante y tras la pandemia, hay una falsa ilusión de digitalización, "cuando lo que ha ocurrido simplemente es que hemos aprendido a usar las herramientas digitales, pero no cómo usarlas". El especialista en trabajo en remoto nota una falta de formación en teletrabajo y considera que muchísimas empresas no se han parado a plantear esa formación.
Entre los trabajadores encontramos a personas que pueden o no trabajar en remoto y otros que quieren o no. "El hecho de crear sistemas híbridos generaliza demasiado a las plantillas, donde cada persona tiene unas necesidades y capacidades diferentes y puede aportar a la empresa en función de ellas".
Qué es el contrato social que planteas
Ya hemos recogido en Genbeta testimonios de expertos que hablan de la necesidad de cambiar la mentalidad en cuanto a las horas de trabajo y a la productividad. Tenemos ahora muchas herramientas para hacer lo mismo en menos tiempo y muchas investigaciones concluyen que una persona que pasa muchas horas trabajando, no tiene por qué ser más productiva. Muchas veces al contrario.
David Blay Tapia también ha analizado esta realidad: "seguimos teniendo por ley que trabajar por horas, cuando la tecnología nos permite ser más rápidos y eficientes que hace años. Es evidente que mientras los trabajadores buscan mayor flexibilidad, los cargos intermedios y directivos optan por lo contrario. Y eso está haciendo que se rompan las relaciones laborales, tanto las clásicas como las futuras", de acuerdo con Blay Tapia.
En cuanto a la carga de trabajo, muy relacionada con este consenso o "contrato social", afirma Blay Tapia que "es absurdo que con la tecnología de que disponemos trabajemos el mismo número de horas que nuestros padres. Podemos hacer lo mismo no solo más rápido, sino también mejor. Y eso debería darnos tiempo para nosotros, para descansar, para hacer deporte, para socializar, para pensar...", recordando que "la nueva fuerza laboral", es decir, la generación Z que está entrando de lleno en el mercado, es lo que demanda y adaptarse será clave para atraer y retener talento.
Cómo legislar el teletrabajo
Este experto en teletrabajo considera que se debe hacer una legislación que cuente con el trabajo y los conocimientos de gente que sí teletrabaje y conozca bien las necesidades de los empleados.
Como ejemplo, ve negativo que la Ley de Teletrabajo de 2020 recoge que "sigue habiendo que pedir permiso a la empresa para teletrabajar, con lo cual todo lo demás es secundario porque un NO impide desplegar ningún aspecto más".
"Nos gobiernan, en general, políticos que o no han trabajado jamás en el sector privado o que al hacerlo han transitado por modelos obsoletos", afirma David.
Imagen | Foto de Simon Abrams en Unsplash
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