La última gran actualización de Windows 10, anunciada y lanzada oficialmente el pasado 2 de octubre de 2018 y retirada apenas dos días después tras indetificarse un problema grave en el que algunos usuarios vieron sus archivos ser borrados, se está convirtiendo en quizás la peor mancha para el sistema operativo hasta la fecha.
La Windows 10 October 2018 Update no es ni de lejos la única actualización de Windows con numerosos problemas post lanzamiento, la de abril de este mismo año ya había demostrado cómo actualizar Windows 10 puede ser como una ruleta rusa, pero es primera vez que un fallo es tan problemático que se decide pausar la actualización y retirar la descarga.
Lo peor de todo es que no paran de llover nuevos reportes de más y más problemas de lo que se suponía ya era una versión estable y lista para todos los usuarios.
Mientras Microsoft trabaja en probar (otra vez) con los Insiders la versión 1809 de Windows 10, que pinta cada vez más a que se nos irá a noviembre, han surgido otros problemas llamativos que vamos a listar a continuación, quizás como advertencia o ejemplo de lo que puede pasar si actualizas Windows 10 tan pronto como es posible, y que mejor es esperar, aunque si usas Windows 10 Home, ni tienes la alternativa.
Las balas que no se han podido esquivar
Si bien no fueron "muchos" los usuarios que actualizaron a la Windows 10 October 2018 Update, incluso una centésima parte de los usuarios de Windows 10 representan cifras elevadas de equipos ejecutando el sistema: 0.1% son 700.000 instalaciones, 1% son 7 millones aproximadamente.
Estos son algunos de los fallos que se han reportado hasta ahora:
- Archivos borrados: quizás el peor de todos y la razón de la retirada de la actualización de octubre. Si bien Microsoft ya admitió, encontró la causa, y además solucionó el problema en la rama Insider, estamos frente a un problema que nunca jamás debería llegar a la rama estabe de un sistema.
- El sonido deja de funcionar: confirmado por Microsoft hace un par de días, se trata de un fallo causado por un driver de Intel que afectaba no solo a la actualización de octubre, sino a la de abril de 2018. Se desconoce el impacto del problema, pero esta servidora lo vivió el fin de semana pasado.
- El brillo se baja a cero por su cuenta: este es uno de los más recientes, aún no ha sido reconocido por Microsoft, pero múltiples usuarios en los foros de la empresa han reportado problemas con el brillo automático tras cada reinicio, incluso pantallas quedando en 25% o 0% de brillo sin razón aparente.
- Pantallazos azules de la muerte en equipos HP: si tienes un equipo HP podrías terminar sufriendo pantallazos de la muerte tras actualizar a la 1809 por culpa de drivers defectuosos.
- Aplicaciones de Windows sin conexión a Internet: otro bug no reconocido aún dejó a varios usuarios con ciertas apps como Edge, la Microsoft Store y otras aplicaciones Modern sin poder conectarse a internet a pesar de que se tenga una conexión perfectamente funcional, parece deberse a un problema con TCP/IPv6.
- Adiós a los favoritos de Microsoft Edge: si tienes la mala suerte de haber instalado la 1809 de Windows 10 y además usas Edge como navegador, es posible que un problema en el que se borran tus favoritos te haya afectado tras actualizar.
- El tema oscuro del Explorador está roto: hay varios usuarios reportando que tras actualizar el tema oscuro luce incompleto, para la muestra un par de capturas:
Hay gente reportando que el limpiador de espacio en el disco borra los elementos de la carpeta descargas por defecto y lo notas cuando es demasiado tarde. Otros se quejan de que todos sus ajustes del sistema regresan al estado por defecto tras actualizar; incluyendo el menú inicio, al que también se le superponen las baldosas de forma desastrosa.
La lista continúa y continúa, en Windows Central tienen múltiples ejemplos más, y el subreddit de Windows 10 está que arde a veces. Muchos son obviamente problemas aislados que afectan a pequeños grupos de usuarios, pero una minoría vocal puede hacer mucho ruido, y si algo es evidente es que la reputación de Windows 10 con respecto a la estabilidad de sus actualizaciones está sufriendo bastante, más que nunca quizás.
Estos no son problemas nuevos para Windows, pero la escala a la que suceden actualmente, con actualizaciones mayores dos veces al año que traen fallos nuevos a veces sin soluciones a los anteriores, y con las redes sociales llenas de quejas de usuarios, quizás sea hora de hacer mejor control de daños con Windows 10.
Los usuarios que temen que al actualizar algo se les rompa, lo mejor que pueden hacer es posponer la actualización de características tanto como Windows 10 lo permita, lamentablemente detener las actualizaciones por completo en Windows no es precisamente recomendable (ni fácil), puesto que también te quedarías sin actualizaciones de seguridad.
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