Algunos de vosotros habéis manifestado en vuestros comentarios algo que es de dominio público: es difícil adquirir un ordenador portátil con un sistema operativo distinto de Windows, la oferta con otras alternativas es escasa.
Si además un usuario decide que le sea reembolsado el importe de la licencia que trae preinstalado el equipo, porque decide que no desea utilizar ese sistema, es complejo lograr que le devuelvan el dinero. No existe un mecanismo sencillo para lograr ese propósito.
Por estos motivos y tras realizar un análisis del mercado de estos dispositivos, la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) ha decidido dirigirse a la Comisión Nacional de la Competencia para que investigue a Microsoft y ver si existe algún tipo de práctica por parte de esta empresa contraria a las normas de defensa de la competencia.
La OCU ha constatado que la gran mayoría de los establecimientos visitados y los principales fabricantes de ordenadores portátiles no ofrecen la posibilidad de elegir el sistema operativo que prefiera el cliente, ni tampoco el reembolso de la licencia pagada por el sistema operativo WINDOWS en caso de que el usuario decida sustituirlo por otro.
De confirmarse su existencia, estas prácticas supondrían un claro perjuicio para los consumidores, que estarían pagando un sobreprecio por la licencia del sistema operativo preinstalado en los ordenadores portátiles sin que puedan solicitar el reembolso del mismo en caso de que decidan sustituir WINDOWS por un sistema alternativo.
El tema es más complejo de lo que parece a simple vista, porque al margen de que existan o no acuerdos entre fabricantes y Microsoft que pudieran vulnerar las normas de defensa de la competencia, cuestión que hay que demostrar, también existe la libertad del fabricante de instalar en sus productos lo que estime oportuno, y la libertad del usuario de adquirir productos acordes con sus gustos.
Los distintos sistemas operativos de WINDOWS acaparan una cuota de mercado superior al 80% y los fabricantes que ofrecen este sistema preinstalado en sus equipos representan en torno al 88% de los ordenadores portátiles comercializados en España.
Lo que sí debería ser más sencillo es el procedimiento de devolución del precio de la licencia de Windows cuando se opte por no utilizar ese producto. También es cierto que aunque en menor número, existen fabricantes que ofrecen otras alternativas preinstaladas, así lo demuestra el estudio de la OCU, y si realmente deseas un equipo con otro sistema, al menos en España, buscando se encuentran.
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