Unity y GNOME 3 supondrán el fin de los docks en Linux

Unity y GNOME 3 supondrán el fin de los docks en Linux
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Cuando se producen cambios importantes en las tecnologías suelen existir daños colaterales. Aplicaciones que hasta ahora eran imprescindibles o tenían un porcentaje de uso muy alto dejan de ser utilizadas o poco a poco van viendo como su cuota de mercado baja. Por eso con la llegada de los nuevos entornos de escritorio en linux cabe preguntarse si Unity y GNOME 3 supondrán el fin de los docks en Linux.

El cambio de entorno puede hacer que muchos usuarios prescindamos de nuestro hasta ahora inseparable dock, como puede ser Docky o Cairo-Dock por citar sólo alguno de ellos. También podemos mirarlo de otro modo. Son tan buenos que al final el propio entorno de escritorio decide adoptarlos y crear su propia versión. Al fin y al cabo Unity y GNOME 3 adoptan a su manera el concepto de dock en el escritorio.

No hay que tomárselo a la tremenda. Ocurre con muchas tecnologías y programas. ¿Alguien se acuerda de ese programa imprescindible hace unos años como era Nero? Se cambió de la tecnología de los formatos ópticos a la memoria sólida y supuso que este tipo de programas cayeran en el olvido, y su cuota de mercado ha dejado de ser significativa.

Los docks han sido muy útiles hasta ahora. Hacían bien su trabajo y resultaban muy útiles para usuarios. El problema es que ahora los escritorios cambian, los paneles de GNOME, que para muchos de nosotros resultaban insuficientes, pierden importancia en GNOME 3 y en Unity. Personalmente creo que los que estamos acostumbrados a trabajar con uno lo seguiremos utilizando durante un tiempo, pero finalmente caerá en desuso.

La cuestión que podemos debatir es si con los nuevos entornos de escritorio necesitaremos instalar un Cairo-Dock o un Docky en nuestro Linux, sobre todo para los usuarios noveles. A primera vista parece del todo innecesario. ¿Cómo se adaptarán estos docks a las necesidades de los usuarios? Lucharán por seguir en su segmento haciendo mejor su trabajo que las herramientas que nos proporciona el sistema o buscarán su futuro en otros entornos de escritorio de distintas características o en distribuciones que no adopten estas novedades, como Linux Mint.

Tengo la sensación que estos nuevos entornos quizás se han contagiado un poco de la fiebre de los dispositivos móviles táctiles y la moda de los escritorios de dichos dispositivos llenos de botones, más fáciles de manejar en un teléfono táctil que un menú. Lo que no tengo del todo claro es si a los usuarios acostumbrados a la navegación por menús en las aplicaciones de un ordenador les resultará igual de cómodo.

Unity

En principio el dock no era más que una evolución dinámica de los accesos directos. Esto simplificando mucho, por supuesto. Juntamos todos los accesos directos en una barra, realizamos determinadas animaciones ante un evento que afecte a la aplicación y los lanzamos cuando el usuario lo requiera. Por este lado, un dock lo que hacía era mantener más ordenado el escritorio y evitar “ensuciar” el escritorio con los accesos directos y a la vez un acceso más cómodo a los mismos.

No quiero tener todos los programas en un dock y lo mismo me vale para Unity o GNOME 3, sólo quiero tener los seis o siete que utilizo todos los días. En la capacidad de adaptación de dichos entornos, la flexibilidad que tengan será donde radique su éxito. Si nos dan una manera de trabajar que mejora lo que ya teníamos sin duda se impondrán de forma rápida y masiva. Sino, la resistencia al cambio y las inercias de los usuarios harán que todo sea mucho más lento o incluso que se plantee una vuelta atrás.

En Genbeta | Gnome 3. A fondo
Vídeo | YouTube
Imagen | okubax

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