Después de varios meses de rumores, de pruebas internas y de anuncios de su inminente llegada, Facebook por fin ha anunciado el lanzamiento de su esperado servicio de streaming en directo para su red social. El anuncio lo ha hecho el propio Mark Zuckerberg desde su cuenta personal, y con él su red social se une a Twitter en la carrera por dominar este nuevo formato.
Facebook Live llegará implementada en un apartado especial dentro de las aplicaciones para iOS y Android de la red social, donde podremos ver en cualquier momento quién está emitiendo. Quienes lo hagan podrán hacerlo en grupos y eventos, y podrán aplicarle filtros para delimitar quién puede acceder a sus retransmisiones.
Los espectadores por su parte podrán dejar sus comentarios y reacciones, y estas irán apareciendo por orden cronológico durante la retransmisión. Y esto es sólo el principio, porque en la hoja de ruta de esta nueva función también está el que se pueda dibujar sobre los vídeos mientras se está retransmitiendo.
"Live es como tener una cámara de televisión en tu bolsillo." ha dicho Zuckerberg en su mensaje. "Quien tenga un teléfono móvil ahora puede retransmitir a cualquier persona del mundo. Cuando interactúas en vivo, te sientes conectado de una manera más personal. Este es un gran cambio, y creará nuevas oportunidades para que las personas se junten".
El streaming en directo sigue cogiendo fuerza
La tendencia la empezó a marcar Meerkat hace algo más de un año, que cogió el concepto de las retransmisiones en directo y le dio una vuelta haciéndolas móviles. Twitter fue la primera en reaccionar a su éxito comprando Periscope, con la que finalmente ha acabado imponiéndose claramente a su rival.
La fiebre del streaming en directo parece no ir a acabar a corto plazo. No sólo porque Facebook haya decidido irrumpir en ella con sus miles de millones de usuarios, sino porque la propia Google parece ser la siguiente en la línea de salida con un YouTube Connect del que esperamos saber más en la próxima Google I/O.
Vía | Mark Zuckerberg
En Xataka | La ¿fiebre? desatada por el streaming en directo