A lo largo de estas últimas semanas hemos hablado sobre las hazañas de ChatGPT, uno de los últimos logros de OpenAI en el campo de la inteligencia artificial. Y es que se trata de un bot con el que podemos entablar una conversación en texto a niveles muy sorprendentes. Además, la IA puede ayudarte en múltiples tareas, ya sea en programación, un proyecto personal, en tus estudios, y mucho más.
Los chatbots han existido desde hace muchos años, pero es la primera vez que vemos un ejemplo en el que nos permite conversar e interactuar en capas tan profundas. Esto puede ayudar en gran medida a cómo la gente realiza búsquedas en Internet, lo que puede suponer un serio problema para Google.
La IA cobrará cada vez más importancia en nuestras búsquedas
Tal y como describe el New York Times, Sundar Pichai, CEO de Google, ha declarado un "código rojo" en la empresa. Además de mencionar una reestructuración a nivel interno, Pichai ve a ChatGPT como un serio competidor para Google.
Desde Google ya se están planteando cambios. Y es que la empresa no quiere que ChatGPT y OpenAI tomen el terreno que lleva años liderando Google. Para ello, la compañía tiene un plan, el cual pasa por reasignar nuevos proyectos para el desarrollo de varios productos relacionados con la inteligencia artificial en numerosos departamentos. El ejecutivo mencionaba lo siguiente:
"Desde ahora hasta la conferencia de Google en mayo, los equipos de investigación, confianza y seguridad de Google y otros departamentos han sido reasignados para ayudar a desarrollar y lanzar nuevos prototipos y productos de IA".
A Google no le ha pillado esto por sorpresa. Dadas las dimensiones de una empresa como Google, es ilógico pensar que no ha realizado esfuerzos de similar calibre en inteligencia artificial. De hecho, la compañía dispone de múltiples recursos en este campo. Uno de ellos es LaMDA, su IA ultra avanzada que puede competir de tú a tú con ChatGPT. Sin embargo, la compañía no se fía del todo, ya que un producto de tal estilo podría dañar la reputación de la empresa, según la propia Google.
OpenAI se puede permitir lanzar productos a medio camino de su desarrollo. El tamaño de la empresa respecto al de Google es todavía muy inferior, y la percepción que suele tener el usuario sobre OpenAI tiende a un campo mucho más experimental que Google.
Además de lo que supondría una inteligencia artificial de tal calibre para el buscador de Google, la compañía también dispone de una IA para la generación de imágenes a través de texto. De hecho, Google ya mostró las posibilidades de su proyecto IMAGEN, aunque al igual que LaMDA, la compañía prefiere reservar este tipo de herramientas a sus científicos y desarrolladores.
Todo indica a que lo que ha sido 2022 para la inteligencia artificial, no será nada comparado con lo que nos depara 2023. En lo que respecta a Google, tendremos que esperar a su próximo I/O para ver las novedades de la compañía en este campo.
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