Conocer a día de hoy el sueldo que puede tener otra persona no es algo sencillo. Pero esto se va a acabar prnto. La Directiva 2023/970 que llega desde la Unión Europea, o también conocida como Ley de transparencia salarial, ha cumplido un año. Y ya se acerca el momento en el que veamos uno de sus aspectos más polémicos.
Esta ley obligará a todas las empresas a hacer públicos los rangos salariales de todos sus empleados. El objetivo es reforzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres por hacer el mismo trabajo. Ahora mismo la brecha salarial entre sexos se ubica en el 13%, pero con esta ley se quiere reducir hasta el 5%. Aunque de momento habrá que esperar hasta junio de 2026 que será cuando ya se noten los efectos plenos de esta ley.
Romper la brecha salarial por géneros: el objetivo de esta ley
Para poder conseguir esto, la nueva legislación europea va a traer importantes cambios a las empresas al imponerse nuevos requisitos de transparencia salarial. Esto pasará por hacer públicos o los salarios o los rangos salariales que hay asignados para cada uno de los puestos de la empresa. Pero esto no será lo único que deberán hacer, sino que también se van a tener que hacer públicos los criterios utilizados para fijar ese sueldo.
Otro punto importante donde la UE quiere dar más transparencia son en las ofertas de trabajo. Ahora mismo, si entramos en una oferta raramente veremos el sueldo que se va a cobrar en ese puesto. Algo que está hecho para poder adaptarlo a la experiencia que tengas o a tu capacidad de negociación. Pero la legislación ahora hará que deba aparecer el salario o al menos un rango salarial.
Pero si te piensas que al llegar a una entrevista te van a poder seguir haciendo la pregunta "¿Cuánto espiras a cobrar en esta empresa?" estás equivocado. Esta pregunta ahora estará prohibida, al igual que otras relacionadas con el salario, para poder evitar una gran baza en la negociación salarial que hacía que en muchos casos el trabajador aspirante saliera perdiendo.
Junio de 2026 entonces será la fecha clave para que cualquier empleado pueda solicitar el salario de sus compañeros para saber si cobra ajustado o no a las mismas competencias que puedan tener. Una solicitud que se deberá formalizar a través de los representantes laborales de los trabajadores y del comité de empresa. Y el cotilleo no está permitido. Esta información solo será pública por una cuestión de derechos de igualdad salarial. Pero no por el 'morbo' de saber cuanto cobra el de la mesa de al lado.
Para poder aplicar la normativa, habrá que esperar hasta junio de 2026 que es cuando se integrará en la legislación española. A partir de ahí las empreas van a tener hasta cinco años para aplicar estos cambios dependiendo de la cantidad de trabajadores que tengan en plantilla.
- Empresas con 250 trabajadores: un año de margen para aplicar la directiva con actualizaciones anuales.
- Empresas con entre 150 y 249 trabajadores: disponen de dos años para aplicar la normativa de transparencia con actualizaciones cada tres años.
- Empresas de entre 100 y 149 trabajadores: cinco años de margen para aplicar normativa y actualizaciones cada tres años.
En el caso de las empresas de menos de 100 trabajadores, se abre una auténtica brecha. La directiva deja la puerta abierta a que España obligue o no a que estas empresas deban cumplir con esta normativa. Un conjunto de empresas que supone el 98,86% de nuestro tejido empresarial.
En definitiva, estamos ante una normativa que puede reducir la brecha salarial tan odiada. Pero que también puede acarrear importantes tensiones entre los diferentes compañeros del trabajo y también será más difícil que las empresas suban los salarios. Ahora se deberán justificar hasta el más mínimo detalle por cada euro que se suba. Y esto es algo que puede no terminar de gustar a las grandes compañías.
Imágenes | Luca Bravo KOBU Agency
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