Oficina y productividad son dos palabras que juntas han creado un intenso debate en el año 2023. Muchos son los CEO y empresas que han ordenado dejar el teletrabajo y volver a las oficinas bajo la premisa de que las plantillas son más productivas si están con la presencia de sus supervisores y trabajando en equipo, pero muchos son los estudios que niegan estas ideas.
Ahora tenemos un muy interesante nuevo estudio que concluye que hay tres versiones de la realidad: lo que dicen los directivos, lo que dicen los empleados y lo que dicen los expertos. Esto concluyen los autores del estudio tras una investigación a 100 empresas del índice S&P 500 (Standard & Poor's 500 es uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos).
Más interesante es saber que, como han dicho los investigadores a Fortune, "lo que decían los gerentes ha resultado ser lo menos acertado". Y, por si esto fuera poco, dice el informe que los jefes están utilizando los mandatos de retorno a las oficinas como una forma de 'culpar a los empleados por el mal desempeño de la empresa'. No es la primera vez que alguien nos dice algo así. En Genbeta ya hemos analizado cómo muchos CEO dicen que el teletrabajo reduce la productividad y así echan balones fuera y no asumen su responsabilidad como líderes.
Las cosas no mejoran en una oficina
El nuevo documento de trabajo de Mark (Shuai) Ma, profesor asociado de la Universidad de Pittsburgh, y Yuye Ding, estudiante de doctorado en la Escuela de Graduados en Negocios Katz, afirma que el retorno de la oficina en realidad no mejora los resultados de una empresa. Es más: muchos jefes simplemente ordenaron volver a la oficina en un esfuerzo por recuperar el control sobre una base de empleados a la que no ven y en la que, por tanto, han perdido la confianza.
Dice la revista Fortune al respecto que es algo así como "cuando las cosas se ponen difíciles, culpa al trabajador". El documento examina empíricamente lo que determina la decisión de una empresa del S&P 500 de ordenar el regreso al cargo y cuáles son (y no son) las consecuencias.
Los investigadores elaboraron su informe recopilando manualmente datos de los mandatos de retorno a las oficinas de más de 100 empresas y luego evaluando qué sustentaba la decisión. Primero analizaron por qué algunas empresas querían imponer mandatos y otras no, dice Ma a Fortune. Al ver las opiniones dadas por empleadores, trabajadores y expertos se vio la gran diferencia. Siendo los directivos los más errados, según el investigador.
Los trabajadores creen que sus jefes quieren controlar
El sentimiento que ha recopilado es que los jefes quieren empleados donde puedan verlos porque no se desempeñan bien en casa, lo que a su vez perjudica el desempeño de la empresa. Es un argumento débil, dice Ma, y su investigación demuestra que no existe ningún vínculo entre el lugar de trabajo y los resultados financieros firmes.
Luego está el sentimiento de los empleados, que a menudo está en desacuerdo. De hecho, muchos trabajadores han dicho que la vuelta a las oficinas tiene que ver con el control, no con el desempeño. Dice Ma que los empleados, en su mayoría, consideran que sus gerentes están acostumbrados a un lugar de trabajo tradicional en el que pueden ver cómo se ejecutan sus órdenes, y perder eso los ha inquietado y echan culpas.
Los expertos se sitúan en algún punto intermedio y abogan por un acuerdo flexible que esté determinado principalmente por trabajadores y equipos individuales. Además, los expertos priorizan el trabajo significativo en la oficina: reunirse con colegas para colaborar, crear vínculos en equipo e idear, no solo porque así se hacían las cosas antes.
Los investigadores no sólo descubrieron que los mandatos de retorno no logran cambiar significativamente el desempeño financiero o el valor de las acciones, sino que enfadan a los empleados y arruinan su satisfacción. Creen, en general, que los mandatos son más bien un medio por el cual los gerentes reafirman el control sobre sus empleados, a quienes luego culpan si no cumplen con las expectativas de los accionistas.
Como escribió el ejecutivo de relaciones públicas Ed Zitron en Business Insider en noviembre (y Ma citó en el informe), los mandatos de RTO son poco más que un intento de convencer a los inversores de que la disminución de los ingresos y la rentabilidad "no son el resultado de malas decisiones de gestión, sino de una actitud perezosa".
Vía | Xataka
Imagen | Foto de Wonderlane en Unsplash
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