Llegó el día de la comparecencia ante el Senado estadounidense. En Washington D. C., representantes de Twitter, Facebook y Google tuvieron que explicar cómo fueron usadas sus plataformas por intereses rusos para interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del pasado año. A través de anuncios, vídeos, publicaciones patrocinadas o tuits promocionados.
Los portavoces de las tres compañías tecnológicas tuvieron que responder las preguntas de los senadores en esta vista del Subcomité Judicial del Senado, exponer sus respectivas investigaciones, ofrecer soluciones y clarificar el verdadero impacto en los votantes de las interferencias investigadas. Un arma de doble filo, esta última.
O los anuncios de sus respectivas plataformas funcionan y efectivamente la influencia rusa en las elecciones fue real y tangible, con lo que tienen una parte de responsabilidad. O estas publicaciones no son tan efectivas como cabría esperar, la trascendencia en el electorado fue mínima y a la hora de vender soluciones comerciales dejan de resultar atractivos.
¿Se mojaron al respecto? Poco. No lo hicieron decididamente ni hacia un lado, ni hacia el otro. Básicamente se mostraron incapaces de poder medir esta influencia y saber si, ciertamente, toda esta historia afectó o no al electorado.
Tuits y publicaciones de Facebook que Rusia usó para interferir
Al margen de la entidad de las injerencias, lo más interesante fue conocer parte de los tuits y las publicaciones de Facebook que presumiblemente habrían tenido como fin la intoxicación informativa y la influencia en el voto estadounidense.
Uno de los mensajes de Twitter mostrados en la sesión, traído por el senador Richard Blumenthal, mostraba una imagen photoshopeada del intérprete Aziz Ansari con un cartel "deliberadamente engañoso". En él se anima a los electores a enviar su voto a Hillary Clinton y su candidato a vicepresidente a través de la red social mediante un tuit con una palabra clave y una etiqueta.
Aunque la compañía de Jack Dorsey borró ese tuit y otros parecidos, como el que ilustra la cabecera de este artículo y anima a votar de nuevo a Clinton mediante SMS, manifestaron que no podían cuantificar los intentos de votos mediante estos métodos.
Russian actors paid for & placed these ads on @facebook - millions of Americans saw *fake* Russian-sponsored content, & it’s unacceptable pic.twitter.com/LKR2rFbGM5
— Senator Chris Coons (@ChrisCoons) 31 de octubre de 2017
Otro senador, Chris Coons, mostró diferentes publicaciones promocionadas en Facebook de grupos supuestamente estadounidenses, tras los cuales se escondían intereses rusos. En una de ellas, publicada por una página llamada "Heart of Texas", se aseguraba que la entonces candidata Hillary Clinton contaba con una tasa de desaprobación del 69 % entre todos los veteranos. Su anuncio fue enfocado a usuarios que habían demostrado interés por temas como el patriotismo o el apoyo a los veteranos del ejército.
Ante los miembros del Senado y representantes de las compañías se mostraron también mensajes convencionales, no promocionados pero sí con mucha difusión, ligados a agentes rusos. Como el que terminó citando en su cuenta oficial el ahora presidente Donald J. Trump, en el que una cuenta manifestaba su amor hacia él. El senador Patrick Leahy, quien trajo este ejemplo, dijo que el exgerente de la campaña de Trump y el hijo del presidente también retuitearon a la cuenta.
La sesión completa de esta vista entre los representantes de Twitter, Facebook y Google con los miembros del Senado de los Estados Unidos puede verse en el siguiente vídeo.
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