Ya hemos visto cómo el teletrabajo ha traído nuevos fenómenos en las relaciones entre compañeros de equipo y también entre coordinadores o directivos y los empleados de la empresa. Algunas de estas novedades son positivas, como las ganas de mantenerse más conectados para estar siempre al tanto de los demás a pesar de la distancia. Y otras son más complicadas como la desconfianza de que el trabajador esté ejerciendo sus labores si no está siendo "vigilado" por un superior.
Ya se ha hablado de la "paranoia de la productividad", que incluso afecta a CEO de empresas gigantes. Abrió la veda Microsoft cuando habló de "la paranoia de la productividad" definiéndola como una situación en la que "los directivos temen que la pérdida de productividad se deba a que los empleados no trabajan, a pesar de que las horas trabajadas, el número de reuniones y otras métricas de actividad han aumentado".
Hace unos días, diversos directivos y consultores de recursos humanos decían en un reportaje que algo que ha cambiado entre la pandemia y ahora, es que ahora el empleado tiene más distracciones y eso puede hacer sospechar al directivo de que toma descansos. Es decir, antes todo estaba cerrado así que poco más podíamos hacer que estar en casa y con el PC. Ahora ya todo está abierto y nuestras actividades de ocio también.
Fórmulas para vigilar a los empleados
Pues bien, en este contexto, tenemos que muchas empresas han decidido vigilar a sus empleados. Incluso hay software para ello: el bossware. Según una nueva encuesta de ResumeBuilder.com, un sitio de recursos profesionales, más de uno de cada tres empresarios (37%) afirma que exige a sus empleados que aparezcan en un vídeo en directo cuando no están en la oficina.
Según ResumeBuilder.com (el estudio se basa en 1.000 empresas que tienen modelos híbridos o de teletrabajo total), las personas que se dedican a supervisar las emisiones de vídeo suelen pasar entre dos y cuatro horas al día supervisando esas emisiones. Y otra de las herramientas más comunes usadas es el registro de pulsaciones.
Sobre esto último hay que recordar una historia muy interesante que incluso ha creado un debate en Reddit. Un trabajador remoto habló de su despido por descargar una app de "mouse jiggler". Esto se refiere a un simulador que mantiene tu ratón funcionando y en movimiento aunque tú no estés delante de tu ordenador.
Y es que, este estudio del que hablamos, dice que las formas más habituales de vigilar a los empleados no se basan en cámaras para espiar su comportamiento mientras están de servicio.
Lo más habitual es que las empresas hagan un seguimiento de la actividad de navegación web y el uso de aplicaciones de los trabajadores (62%), o que limiten el acceso de los trabajadores a determinados sitios web o aplicaciones, como las plataformas de streaming de vídeo (esto en un 49% de las empresas encuestadas), por ejemplo.
Además, las empresas realizan un seguimiento de la atención de los trabajadores mediante biometría, capturando pantallas al azar y registrando sus pulsaciones de teclas, lo que en teoría puede revelar si los trabajadores están realizando actividades laborales o personales.
Todos estos datos luego son usados: más del 70% de las empresas analizadas han utilizado los datos recogidos a través de la vigilancia para despedir a trabajadores que consideraban improductivos.
Medidas que pueden causar el efecto contrario
Aunque estas medidas pretenden garantizar que el rendimiento de los trabajadores cumple las expectativas, pueden resultar contraproducentes. Y tiene sentido: a muchos trabajadores no les gusta que se les vigile todo el tiempo.
Según ResumeBuilder.com, casi el 70% de las empresas afirman que han tenido empleados que han renunciado por preocupaciones relacionadas con la vigilancia o con su privacidad.
"No es de extrañar que muchos empleados no quieran sentir que un gran hermano los vigila a diario cuando son buenos empleados y trabajan duro", es una de las conclusiones de Stacie Haller, asesora jefe de carrera de Resumebuilder.com. Y es que, cada persona tiene su forma de organizar su tiempo para conseguir los objetivos y sacar adelante el trabajo.
Ya hemos visto cómo muchas empresas están implantando jornadas laborales de 4 días, bajando las horas que una persona pasa trabajando y aún así han mejorado el rendimiento.
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Imagen | Etienne Girardet en Unsplash