Las máquinas de escribir se seguían usando tanto en Apple que tuvieron que prohibirlas. Acabaron obligando a usar sus ordenadores

  • En 1980 el primer CEO de Apple prohibió las máquinas de escribir al estar muy desfasadas

  • Instó a usar un Apple II en su lugar con su propio editor de textos

Maquina Escribir Apple Iii
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Las máquinas de escribir a día de hoy han quedado como algo vintage y que reside sobre todo en las películas de ya otra época. Pero en los años 60-70 no había oficina donde no existiera una máquina de escribir y una mecanógrafa que redactara los informes más importantes. Todo por la ausencia de los ordenadores con el procesador de textos que tenemos al alcance de nuestra mano.

Apple era una de estas grandes compañías que contaba con este tipo de máquinas de escribir. Aunque totalmente sorprendente, porque ellos mismos fabricaban ordenadores con un procesador de texto. ¿Era indicativo esto de que no confiaban en sus propios productos?

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La máquina de escribir dejó de existir en Apple a partir de los 80

Para poder evitar cualquier tipo de duda, el 1 de febrero de 1980, el primer CEO de Apple, Mike Scott emitió una circular interna con una orden muy clara: "no se deberán comprar más máquinas de escribir". Con este movimiento, prohibía el uso de la máquina de escribir dentro de las oficinas de la compañía, para pasar a usar sus propios equipos.

Circular Apple

Tal y como se muestra en este mensaje, el CEO de Apple informaba que en ese momento los usuarios de máquina de escribir deberían dejar de usar una máquina de escribir. En su lugar, tendrían que usar los productos de Apple que en aquel momento se trataba del Apple II con el procesador de textos Apple Writter.

Las razones para tomar estas decisiones fueron muy claras: la máquina de escribir ya era obsoleta. Pero lo más importante de todo era el hecho de tener que usar ellos mismos los productos que fabricaban si querían generar confianza en sus clientes. De lo contrario, el cliente vería que le venden algo que ni siquiera sus fabricantes usan en su día a día.

Esto es lo que se considera como Doogfooding. Un término que viene directamente de los anuncios de alimentos para perro de los años 70 y que anima a probar siempre el producto que se fabrica para poder mejorarlo. Y es que si no usamos el producto que estamos construyendo no vamos a ver los errores y por ende no ese irá mejorando con el paso del tiempo. Algo completamente lógico visto de esta manera, pero que en Apple se tuvo que introducir de manera obligatoria.

En este caso el CEO de Apple incluso tuvo que imponer diferentes incentivos para aquellas personas que renunciaran de manera voluntaria a sus máquinas de escribir. Todo para usar sus propios productos. Algo que a día de hoy ya está mucho más interiorizado en las grandes empresas donde difícilmente veremos a Tim Cook con un producto de la competencia. Al final lo que se persigue es que todo quede en casa.

Imágenes | Pereanu Sebastian

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