Una directora ejecutiva de 63 años ha compartido cuáles son para ella las 3 principales señales de alerta que ve en los empleados y dice que "nadie quiere estar en su presencia". Concretamente, Deryl McKissack, directora ejecutiva de la empresa de construcción con sede en Washington, D.C., "McKissack & McKissack" dice que en sus años de experiencia (creó la empresa que lidera en 1990) ha podido ver que hay que tener cuidado a la hora de contratar.
Hay tres señales de alerta se destacan más cuando McKissack contrata empleados o evalúa su talento actual, dice la ahora experta en gestión de equipos. Mientras que, en otras ocasiones, ha vivido malas experiencias a causa de malas elecciones entre sus trabajadores.
Ya hemos visto características propias de un CEO que hacen que sea un jefe tóxico y que puede resultar muy agotador para su plantilla, como si tu jefe controla mucho tu trabajo o alardea de estar ocupado; o la luz de gas que se puede traducir en muchas dinámicas molestas; entre otras. Ahora veremos las características que hacen a un trabajador imposible.
Personas que carecen de integridad
Todo jefe debe poder confiar en sus empleados, como afirma McKissack. Las personas que carecen de integridad son un problema, especialmente los gerentes que no dan a sus equipos el valor que tienen y se ponen todas las medallas
Dice la empresaria que las alarmas suenan cuando ve que alguien alardea de haber hecho todo el trabajo que correspondía a un equipo. Este mujer no es la primera que habla de este problema: como recoge la CNBC, Heidi K. Gardner, asesora profesional de liderazgo y miembro de la Facultad de Derecho de Harvard, también critica a los trabajadores que hacen pasar el trabajo de otras personas como propio.
"Tal vez no puedan ver realmente cuánto valor aportan las personas que los rodean a su propio éxito", afirma la experta, que cree que "esa incapacidad de apreciar las contribuciones de otras personas es una gran señal de alerta" y es que no saben colaborar.
Personas a las que es desagradable tener cerca
Casi todos los equipos, sin importar su industria, necesitan personas que puedan trabajar bien con los demás. Eso es difícil cuando a tus compañeros de trabajo no les gusta estar cerca de uno. McKissack dice que cuando hay algún trabajador con el que se siente muy molesto en su presencia "es probable que a los clientes tampoco les guste" estar con esa gente.
Estar acompañados de gente con una personalidad cálida y acogedora en el trabajo puede llevarte más lejos en tu carrera que tus capacidades y credenciales, ya afirmaba en el pasado el millonario y empresario autodidacta Steve Adcock. "Tu personalidad te hará 10 veces más rico que tu inteligencia" y el empresario dice que a lo largo de su carrera ha podido ver cómo las personas más inteligentes en la oficina no son necesariamente las que conseguían los ascensos.
Personas que no están en línea con los objetivos de la empresa
McKissack tiene un mantra de tres características para su empresa: ser humilde, tener hambre y ser inteligente. Dice que lo aprendió del libro del autor y experto en gestión empresarial Patrick Lencioni. "Tenemos un apetito insaciable por el éxito" pero, al mismo tiempo, "la humildad nos impulsa a tomar decisiones por el bien colectivo... [y] valoramos la inteligencia emocional porque sabemos que eso es lo que construye relaciones sólidas".
Para ella su empresa se basa en esas bases y espera que los empleados también las reconozcan. Son las “tres virtudes” de los jugadores de equipo exitosos, según el libro de Lencioni y para la empresaria es clave que todo el mundo comparta la misma idea para ir trabajando en la misma dirección.
Imagen | Foto de Clearcut Derby en Unsplash
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