Aunque he pasado toda mi infancia y muchos años de mi adolescencia utilizando Windows como primer sistema operativo, Windows 7 fue el último Windows que utilicé de forma muy intensiva. Por trabajo he tenido que utilizar mucho Windows 8 y Windows 10, pero no como primer sistema operativo. En su lugar he estado usando macOS en todas las versiones hasta macOS Catalina.
Ahora, aunque de forma provisional, he estado un tiempo usando Windows, y quería contar mis sensaciones al utilizar el sistema de forma prolongada tras tanto tiempo utilizando macOS en el día a día para trabajar. Y ese será el punto de este artículo, contar mis experiencias con el sistema, que están determinadas por el hecho de que escribo y no programo o diseño, por lo que novedades como WSL2 no las he contemplado.
Windows 10: lo que me ha gustado mucho tras macOS
Tras tanto tiempo en macOS, y con Windows 10 avanzando a buen ritmo desde 2015 en ciertas funciones, son varias las sorpresas que te encuentras en el sistema cuando le das una oportunidad profunda. Esto es lo que más me ha gustado y convencido del sistema. Evidentemente hay muchas más cosas positivas que estas, pero estas son las que me parecen reseñables.
Historial de portapapeles nativo
Aunque Microsoft no lo promocione activamente, el historial de portapapeles nativo, que apareció en Windows 10 October 2018 Update, es una de las mejores funciones del sistema. Se invoca con "tecla de Windows + V", y permite ver lo último que hemos copiado. La sorpresa al usarlo es que cuenta con soporte para texto, pero también para imágenes que hayamos copiado. Como opción interesante, permite anclar elementos del historial, por si tenemos que hacer pegados recurrentes.
Al hacer click sobre algo que esté en el historial, se pegará en la ventana que tengamos con texto activo. Si no hubiera un cuadro de texto activo, el elemento sobre el que hagamos click se copiará y será el primero del portapapeles. Tras sacarme de muchos apuros, echo de menos que macOS cuente con una solución tan sencilla y bien integrada como esta. De terceros es muy recomendable Pasta, de la que hablamos aquí.
En este sentido, viene bien conocer también el teclado de emojis, nativo del sistema.
Modos de ahorro de batería
No es algo nuevo de Windows 10, pero qué efectivo es contar con los modos de ahorro de batería del sistema para cuando necesitamos estirar los mAh reduciendo el rendimiento. Es una función que además es muy configurable por el usuario, frente a un macOS donde por el momento Apple no ha introducido ninguna función de este tipo.
En muchas ocasiones en las que a ciencia cierta sabes que te vas a quedar sin batería, utilizarlo desde primera hora es una salvación. Como consejo, decir que ahora que los portátiles pueden cargar por USB-C, una batería externa, por lenta que sea si se usa mientras el portátil están en reposo, puede ayudar mucho.
Modo repetidor de Wi-Fi
En macOS existe desde hace mucho tiempo un modo que permite crear una red Wi-Fi que comparta la conexión que nos llega por Ethernet, pero no existe la posibilidad de recibir una red Wi-Fi y repetirla para que equipos puedan conectarse a ella. En Windows 10 es posible con la Zona con cobertura inalámbrica móvil, y para mí, sobre todo en vacaciones, es muy útil.
El uso que le he dado a esto desde hace tiempo es que algún compañero de clase ampliara la red que recibía su ordenador cuando yo no tenía cuenta en la red o no recordaba la contraseña. Pero también me ha resultado muy útil cuando uno de mis dispositivos móviles no recibía la Wi-Fi con potencia y el portátil Huawei que tengo sí. Para solucionarlo, tan fácil como crear una red a la que el smartphone pudiera conectarse.
Gestión de ventanas
Esta es otra función que no es nueva en Windows, 10, pues Aero Snap (el germen de todo) lleva con nosotros desde Windows 7, pero me sigue impresionando la superioridad que Microsoft tiene en este campo.
Me encanta tanto la posibilidad de llevar las ventanas a los bordes y que se pongan a media pantalla o maximicen como el hecho de poder hacerlo con la tecla de Windows + teclas de dirección. Operar con pantalla partida es crucial para mi trabajo, pues mientras escribo consulto fuentes o Twitter. En macOS, para trabajar tan bien como en Windows 10 de forma nativa, tengo que recurrir a soluciones de terceros.
Aunque no es del todo el mismo punto, meto también aquí las previsualizaciones de ventanas abiertas que permite la barra de tareas al pasar por encima de los iconos con el cursor, algo que siempre he echado de menos con macOS, y para lo que he necesitado recurrir a aplicaciones como HyperDock. También me encanta que, según el orden en que elijamos colocar las aplicaciones en la barra de tareas, podremos invocar las aplicaciones con el teclado.
Por ejemplo, si Microsoft Edge es la segunda aplicación desde la izquierda, abrirla y minimizarla según su estado sería tan fácil como pulsar tecla Windows + 2. También es muy cómodo cambiar entre ventanas de la misma aplicación. Asimismo, me ha gustado mucho que desde una ventana de "Abrir con..." o "Examinar", Windows 10 ofrezca muchas más funciones que macOS.
Windows 10: lo que no me ha gustado
Estoy disfrutando la experiencia con Windows 10 por todo lo que he contado antes y más, pero el sistema sigue teniendo puntos grises. Esto es lo que creo que aún es muy mejorable.
Dualidad de Configuración y Panel de Control
Microsoft prometió que el Panel de Control de siempre se unificaría con Configuración, la otra aplicación con ajustes del sistema. Sin embargo, tras más de 6 años de Windows 10, siguen siendo entornos separados, aunque se hayan dado pasos positivos.
Esto, más allá de que sea extraño, causa problemas cuando tras años sin usar Windows a fondo no recuerdas bien dónde está cada elemento, pudiendo llegar a liarte y a tener que hacer búsquedas en Google porque no encuentres algo donde, por intuición, debería esar. Lo bueno aquí es que la búsqueda del sistema suele ayudar mucho incluso aunque no introduzcamos el nombre exacto del ajuste que pretendemos encontrar.
Falta de consistencia en la estética
Me gusta mucho Fluent Design, y me gustan mucho los iconos que van llegando inspirados por esta guía de diseño, pero no así que ambas cosas apenas se puedan presenciar en el sistema.
Al igual que ocurría en el punto anterior, tras cinco años Microsoft no ha encontrado la forma de hacer que el diseño en el sistema sea consistente, tanto en lo nuevo, como sobre todo en lo viejo. Aún es común encontrar elementos que parecen sacados de los 90. O que directamente están sacados de esa época.
Actualizaciones
En Genbeta hemos hablado largo y tendido de los problemas que han originado las grandes actualizaciones de Windows 10, particularmente desde April 2018 Update. Pero no hablaré de problemas con ellas, sino del hecho de que no han aparecido por Windows Update.
Este ordenador es nuevo, y sin embargo, aún no he podido instalar la actualización de mayo de este año. No es un hecho gravísimo, el sistema ya era muy completo anteriormente y es perfectamente seguro y estable, pero fastidia tener el último hardware disponible y no poder utilizar lo último que Microsoft lance (hasta que las incompatibilidades se arreglen).
Puede ser por mi equipo, pero me consta que hay modelos de Surface que tampoco han podido actualizar desde el día uno, y ahí hablamos de hardware completamente controlado por Microsoft.
Procesos en segundo plano
Aunque la gestión de RAM no me parece mala, desde la época de Windows 7 es increíble cómo ha ido creciendo el número de procesos en segundo plano. En muchos casos, además, tiene que ver con la telemetría, algo que directamente no me beneficia como usuario.
Esto hace que en algún momento, haya notado al equipo lento cuando el sistema estaba "haciendo de las suyas", es decir ejecutando tareas pesadas de fondo, consumiendo más recursos que los que yo en primer plano estaba aprovechando. Es particularmente notable cuando es Windows Update quien está al mano. En equipos con HDD, este problema puede tornar la experiencia inusable, pero por suerte, este Huawei tiene SSD.
Fotos - Edge
En Windows 10 echo de menos tener un visor de imágenes tan completo como Vista Previa, que no solamente es capaz de entenderse con muchos tipos de archivo, sino tan bien trabajar con ellos, crear PDFs, editarlos, etc.
Con Fotos y Edge, que es el visor de PDF por defecto, todo queda a medias, y al final es mejor recurrir a aplicaciones de terceros. Edge es muy bueno en lo que hace con los PDF, pero el sistema merece más. Por otra parte, sorprende que Fotos sea capaz de editar vídeos como sucesor de Movie Maker, pero no sea capaz de cambiar el formato de archivo, presentando un "Guardar como..." bastante inútil. Trabajo inacabado.
Como solución a todo esto, son recomendables las PowerToys (Image Resizer) y File Converter. Aunque pertenece al siguiente apartado, puedo decir que sí, echo de menos Vista Previa, una de las aplicaciones más infravaloradas de macOS.
Lo que más echo de menos de macOS en Windows 10
Algunas de las cosas que echo de menos en Windows 10 tienen que ver con las que no me han gustado, como la ausencia de algo tan potente como Vista Previa. En ese punto, en el de apps integradas con el sistema, hasta lo más simple que puedes hacer con Automator es un must que me encantaría tener en Windows, aunque fuera de forma reducida como ocurre con los Atajos de iOS.
Echo de menos una búsqueda tan buena y ubicua como la de Spotlight (aunque está llegando algo parecido de mano de los PowerToys), así como poder configurar las esquinas de la pantalla para mostrar escritorio de forma temporal, ir a reposo, mostrar todas las aplicaciones abiertas, etc. Es, en definitiva, algo que, bien configurado, puede aportar mucha productividad.
En ese sentido, si algo bueno tiene macOS es la previsualización de archivos con barra espaciadora, una función potente y que resta muchas aperturas de archivos de imagen, audio, vídeo, etc. En Windows existe QuickLook, de la que hablamos aquí, pero no llega a funcionar tan bien.
Las nuevas capturas de pantalla de Windows 10 están, por primera vez, en la parte de funciones que podemos situar en la parte de lo aceptable. Sin embargo, todavía le faltan opciones como poder capturar automáticamente una región elegida por el usuario y enviar el archivo de imagen directamente a la ubicación de destino, en lugar de solamente copiar al portapapeles. Para ello, de nuevo, hay que recurrir a aplicaciones como ShareX o GreenShot.
Después de todo este repaso, hay funciones pequeñitas que también faltan en Windows 10 como la posibilidad de que la ayuda de una aplicación te lleve hasta una función de las que se encuentran en los menús de la barra superior de estado de macOS. Sobre esas funciones desplegables, por ejemplo, hay que alabar también que macOS permite que desde Preferencias del sistema se le asignen atajos de teclado.
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