Con cada nueva filtración sobre la NSA, disminuye la confianza que tenemos en los servicios alojados en Estados Unidos. Compañías como Facebook o Google están en el punto de mira de los usuarios, pero también de otras empresas que almacenan sus datos en _nubes_ alojadas en EEUU. Por eso mismo, Swisscom, un ISP suizo, está preparando su propia nube, Swiss Cloud.
El objetivo es competir con Amazon y Azure para ofrecer una _nube_ principalmente enfocada a empresas suizas, aunque no se cierran a tener clientes extranjeros. La principal ventaja sería la privacidad: al estar alojada en Suiza, los clientes de Swiss Cloud estarían protegidos por sus estrictas leyes de privacidad. Sólo permitirían acceso a los datos con una petición de un juez, el resto de peticiones sin justificar se denegarían.
Según Andreas Koenig, jefe de IT en Swisscom, la creación de Swiss Cloud responde más a una necesidad de mejorar sus sistemas y reducir costes que a las últimas revelaciones sobre la NSA. De hecho, sería un esfuerzo un poco inútil crear una nube para protegerse: aunque los servidores estuviesen blindados frente a la NSA (muy difícil) los datos viajan a través de Internet, donde la agencia campa a sus anchas.