¿Por qué compramos por Internet? Para muchos de nosotros la respuesta es clara: por la facilidad. Abres el navegador, buscas lo que quieres y pulsando un botón puedes tenerlo ya de camino a tu casa. Incluso es más sencillo que la venta telefónica, ya que te ahorras llamar a nadie. ¿Qué ocurre si llevamos esta filosofía a otros ámbitos, como las tareas del hogar? Que aparecen servicios como Homejoy o Handybook.
El funcionamiento de "Homejoy":https://www.homejoy.com es muy simple: desde su página puedes concertar una cita con una persona "certificada" y de confianza para que ésta vaya a tu casa a limpiar. Seleccionas qué estancias tiene que repasar y las tareas adicionales que va a tener que hacer (como por ejemplo, limpiar la nevera o lavar la ropa) y automáticamente el portal te calcula las horas que cree que va a tardar. Con esto en mente, desde la propia web puedes hacer la reserva. Un click y tendrás a una persona en tu casa el día y la hora que tú le digas al sistema.
No es casualidad que esta iniciativa haya aparecido en San Francisco (aunque ahora ya tiene presencia en más de 30 ciudades), ya que su propio fundador asegura a "SFGate":http://www.sfgate.com/default/article/Apps-let-users-hire-house-cleaners-handymen-5219729.php que las ciudades más "tecnológicas" son más propensas a aceptar este tipo de e-commerce que se basa en la compra de servicios y no tanto en la compra de un producto. ¿Su público? Gente joven (por ahora sólo en EEUU) que trabaja y no quiere o tiene tiempo para limpiar.
Además de la facilidad en la contratación, el fundador de esta startup destaca otro aspecto clave que dice que ayuda bastante a su negocio: el hecho de que la persona no se sienta culpable al llamar por teléfono a alguien y pedirle que vaya a limpiar a su casa. Con Homejoy todo el proceso es impersonal. No sabes quién va a acudir y, cuando le conoces, éste ya tiene claras sus instrucciones, por lo que aseguran que es más cómodo para ambos.
¿Llegaremos al día en el que todo se pueda encargar online?
Este tipo de sistemas tienen sus ventajas. Por ejemplo, puedes encontrar a gente que te ayude con las tareas del hogar que, aunque no conoces de nada, sabes que son de confianza por las puntuaciones de la comunidad y por la propia garantía que te da la empresa (lo típico de "si no estás satisfecho, te devuelven el dinero" pero aplicado a ámbitos donde nunca ha sido así). En ese aspecto, es un sistema práctico que también ayuda a la gente que se dedica a la limpieza o a las tareas a encontrar nuevos clientes.
Sin embargo, lo más reseñable es que se elimina un paso: la comunicación verbal entre ambas partes. Con la llegada de apps como éstas, y las que vendrán, cada vez es menos necesario el hablar con un interlocutor y todo es más impersonal. El sistema se encarga. La foto que utilizan el SFGate para ilustrar el artículo lo dice todo: puedes estar en tu habitación, contratar a alguien en un par de clicks, abrirle la puerta de tu casa y no tener más trato con dicha persona.
Contrastes: el fundador de Homejoy en su casa mientras alguien le limpia el baño (imagen: SFGate)
El querer reducir la incomodidad del que contrata reduciendo la comunicación entre ambas partes puede magnificar todavía más el problema y aviva el debate relacionado con la "desconexión" que sufrimos hoy en día debido a las nuevas tecnologías. Como bien titulan en "Salon.com":http://www.salon.com/2014/02/10/class_stratification_theres_an_app_for_that/ cuando hablan de este tipo de aplicaciones: "¿Estratificación de clases sociales: también hay una app para eso."
Enlace | Homejoy
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